Hoy buscando mi foto, me tuve que sumergir en los correos antiguos y aluciné. Si en dos años escribí todo lo que está en mi blog, ya no os cuento todo lo que escribí en mis correos, la Biblia se quedaría corta. Ingentes cantidades de correos y mandados a todo quisque y queda más que claro, que estaba necesitado de que me escucharan. Pero yo esto ya lo sabía y porque no soy tonto, pero tanto dispendio no me lo esperaba. Y tenía muchos frentes abiertos y todos los despachaba y como si nada.
Yo ahora no sería capaz de tener esa capacidad, comparado con el que fui hace dos años, ahora soy un don nadie. Claro que de tantos frentes que abrí, también recibí palos y palos buenos y sonoros, pero como primero los dí, pues sólo recogí lo cosechado. El efecto boomerang, primero lo lanzas y después vuelve con más fuerza. ¡Joder!, como alucino con aquellos tiempos tan cercanos, pues hablo de hace dos años, que eso en mi vida es como un lapsus, un pequeño lapsus vital.
De todas formas y para ser justo, no sólo recibí palos, recibí muchas cosas buenas, mucho cariño, muchos sentimientos sueltos, muchos te quiero, muchos besos y muchos me alegro de saber de tí y de que sigues vivito y coleando. O sea que no puedo quejarme y hacerme el víctima, porque el balance final es netamente positivo, aunque alguna cosa aún me queda pendiente, pendiente de darle el cierre, pendiente de pasar página, pendiente de cerrar ese libro. Y ahora pienso, que es el momento de empezar o de acabar, según se mire.
Yo ahora no sería capaz de tener esa capacidad, comparado con el que fui hace dos años, ahora soy un don nadie. Claro que de tantos frentes que abrí, también recibí palos y palos buenos y sonoros, pero como primero los dí, pues sólo recogí lo cosechado. El efecto boomerang, primero lo lanzas y después vuelve con más fuerza. ¡Joder!, como alucino con aquellos tiempos tan cercanos, pues hablo de hace dos años, que eso en mi vida es como un lapsus, un pequeño lapsus vital.De todas formas y para ser justo, no sólo recibí palos, recibí muchas cosas buenas, mucho cariño, muchos sentimientos sueltos, muchos te quiero, muchos besos y muchos me alegro de saber de tí y de que sigues vivito y coleando. O sea que no puedo quejarme y hacerme el víctima, porque el balance final es netamente positivo, aunque alguna cosa aún me queda pendiente, pendiente de darle el cierre, pendiente de pasar página, pendiente de cerrar ese libro. Y ahora pienso, que es el momento de empezar o de acabar, según se mire.
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