PARANORMAL

Yo soy el primero en reconocerlo, en que para leerme bien a mi, hay que tomarse previamente varios kilos de anfetas y así se me entenderá mejor lo que yo quiero decir. Muchas anfetas y por la vena y de un sólo  embolado y con el subidón, quizá haya alguien que empiece a entender a que nivel estoy yo. Yo no me las chuto, las mías son tan naturales como la vida misma, o sea son anfetas endógenas que mi cerebro secreta en plan catarata.

Claro, que después viene el mono de la abstención, pero ese mono es pequeñito comparado con el subidón. Es lo bueno de usar productos naturales, que no llevan la mierda que se usan en los artificiales. Y el secreto está..., está en que ahora me quiero y ya sabéis lo que produce el querer, te pone espídico y anfetamínico. No hay más en mi secreto, pues yo no uso tinte para las uñas, ni uso colonias de pantera, ni tampoco tengo un pelazo sedoso y brillante y por usar Pantene y porque casi no tengo y por tanto evito el uso de cosas artificiales.

Por tanto sé, que no adquiero nada del exterior, bueno y mejor dicho, de lo que me ponga exteriormente, porque del exterior que me rodea lo absorbo todo y me lo como y sólo escupo la pepita. Por tanto también el exterior me ayuda a mantener mi nivel adrenalínico a niveles paranormales. Si en el fondo, siempre acabamos en lo de siempre, que lo que no se puede explicar acaba siendo paranormal y en conclusión, yo soy un tío paranormal y ni especial ni hostias benditas, ¡Paranormal! y ya está.

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JULIO CORTÁZAR