TODO ES CUESTIÓN DE MÉTODO

Y claro, que hora va a ser?, pues las 4 de la tarde, mi hora preferida de la tarde, mi hora de ponerme a escribir un poco y sólo un poco, porque tengo tantas cosas pendientes que me entran ganas de suicidarme. Tengo un aluvión de cosas pendientes y cuando las cosas toman forma de mogollón, te caen como si fueran una avalancha que te ahoga. Pero poc a poc (poco a poco), como se dice por estos lares y en mi tierra gallega se dice, a modiño o despacito.

La cuestión para que eso no pase, es la de siempre, hay que saber ordenarse y punto y pelota. Lo que pasa es que yo si me ordeno o eso intento, pero el problema está en que las cosas van cambiando y en cada día me tengo que ordenar varias veces y en alguna de ellas, me hago un lío de una par de cojones. O sea que sé bien el método infalible de como se deben ordenar las cosas, pero de la teoría a la práctica hay un trecho y a veces ese trecho es kilométrico o es un nudo de posibles.

Es como cuando pierdes un objeto que buscas y no lo encuentras y vas y le atas los huevos a San Cucufato y hasta ahí y ejerciendo al máximo tu memoria, has utilizado un buen método, pero si sigues sin encontrarlo, ni San Cucufato ni sus putos huevos, te pones carioco dando vueltas sin control. Al final, recorres 20 veces los mismos sitios y hasta que te vuelves loco del coco. Después más tarde, cuando ya te has templado un poco, exprimes de nuevo tu memoria y hasta su última gota y ya con la tranquilidad que requiere la cosa, acabas encontrando el objeto perdido. Como veis todo es cuestión de método.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR