Que venga Herodes, qué venga Herodes y me remiende los pantalones. Qué yo en mi cumpleaños soy mejor Rey que él. Aparte que yo no hago baños de sangre y sacrifico niños como chorizos, hago otras cosas, hago lo que puedo porque el mundo cambie. ¡Hombre! podía hacer más cosas, ser más activista y ser más hombre de la calle, pero ya hace años que decidí que mi cuerpo sólo se prestaba para esa causas tan dignas y honorables, sólo de vez en cuando. Vamos que ya no tengo cuerpo de jota y las humedades entran en mis articulaciones como taladros que no paran de dar vueltas y más vueltas.
Artrosis le llamamos los médicos y otros le llaman, desgaste de los huesos. Pero también es verdad, también es verdad que ya no tengo tanta fe como antes, en las manifestaciones. Y mira que he ido a manifestaciones de todos los tipos, he ido delante y encabezando la marcha, he ido detrás y medio arrastrado, he ido por el medio empujado por la masa, he ido de pujante guerrero y dispuesto a enfrentarme con la Policía de tú a tú y cara a cara y a ver quién da más palos.
He chupado ostias fenomenales, he sangrado por heridas, he gritado hasta quedarme sin voz y me he sentido compañero en la lucha. Pero ahora ya no milito, ya no soy un soldado de la protesta, un profesional de la pelea, ahora delimito mi lucha y le pongo fronteras. Porque como dicen los viejos, como yo, hay que dejar paso a los más jóvenes y tú y como puedas, sólo aportar tu granito de arena. Yo ya no estoy para llevar kilos de arena, ahora si las cosas cambian, podré llevar toneladas, sacaré las fuerzas del alma y de la piel de mis pensamientos.
Artrosis le llamamos los médicos y otros le llaman, desgaste de los huesos. Pero también es verdad, también es verdad que ya no tengo tanta fe como antes, en las manifestaciones. Y mira que he ido a manifestaciones de todos los tipos, he ido delante y encabezando la marcha, he ido detrás y medio arrastrado, he ido por el medio empujado por la masa, he ido de pujante guerrero y dispuesto a enfrentarme con la Policía de tú a tú y cara a cara y a ver quién da más palos.
He chupado ostias fenomenales, he sangrado por heridas, he gritado hasta quedarme sin voz y me he sentido compañero en la lucha. Pero ahora ya no milito, ya no soy un soldado de la protesta, un profesional de la pelea, ahora delimito mi lucha y le pongo fronteras. Porque como dicen los viejos, como yo, hay que dejar paso a los más jóvenes y tú y como puedas, sólo aportar tu granito de arena. Yo ya no estoy para llevar kilos de arena, ahora si las cosas cambian, podré llevar toneladas, sacaré las fuerzas del alma y de la piel de mis pensamientos.

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