ALGUNAS TRADICIONES




No cambian las cosas, nosotros cambiamos las cosas: su orden, su forma, su estilo, su alma y cuando ya están cambiadas...hay algunas personas que se asustan, pues ya nacieron asustadas. Claro que a esto le llaman ser tradicional y respetuoso con el pasado y nadie se da cuenta, que son dinosaurios que viven en el paleolítico, pero ellos hablan de respecto y yo hablo, que me faltan al respecto cuando quiero hacer algo nuevo...y señores el mundo avanza y gracias a los que nos arriesgamos un poco o un mucho y no gracias a las momias del paleolítico. 
Ya empiezo a estar hasta los huevos de los ayatolás del pasado y si le tocas un punto de su programa o de su filosofía anticuada se ponen como energúmenos o como putos descerebrados. Ellos no pueden admitir algo nuevo, algo que ponga en entredicho sus postulados y todo, porque ya nacieron limitados. Dicen que ser lo contrario, es ser una persona creactiva y dispuesta a aportar nuevas ideas, Claro que ellos mismos se perciben como oráculos y piensan que en ellos están las verdades y porque así se lo dijeron sus antepasados. Son negras sombras del pasado, pues tamién en el pasado hay muy buenas sombras. Pero estos babosos de la tradición así no lo ven y cualquier sarcasmo que hagas sobre sus tradiciones es un ataque frontal hacia ellos.

Y hay tradiciones que valen un huevo, pero hay otras que son absolutamente retrógradas y entre ellas están los festejos sólo de hombres o los festejos en que se tortura a algún animal, pero como viene escrito que así fue siempre, pues pasa que estos nazis se lo toman al pie de la letra y sin arrancar las alas al pollo o al pavo o los cuernos al toro o ponerle bolas de fuego y que la sangre corra a borbotones, no es una fiesta como toca. Pues maldigo a estos ayatolás de lo más oscuro y algún día nos vengaremos los que no estamos de acuerdo, les meteremos un palo por el culo y hasta que les salga por la boca no descansaremos.

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JULIO CORTÁZAR