Hoy estoy contento por dos cosas (por más, pero por eso también lo estoy otros días): Una, por ser mañana el día de todos los muertos, porque esa fecha me anima y no me preguntéis porqué. Y dos, porque por fin hoy, me dan el aparato que me hará respirar bien por las noches, que en términos médicos, se llama CPAP. O sea que hoy pongo una CPAP en mi vida. O sea que la fecha y un buen acontecimiento y yo con esas dos cosas ya me quedo contento. Bueno y como dije hay algunas más: que estoy recién salido de Guardia, que mañana voy en busca de setas, que luce el sol y que está un día otoñal precioso.
Hoy nadie me tiene que dar ánimos, hoy presto ánimos a quién esté necesitado de ellos. Hoy voy sobrado y la verdad y siendo sincero, esto me pasa cada vez que salgo de guardia, hay como una especie de liberación, hay un algo de como salir de la cárcel y sin libertad condicionada. Libre y libre como el viento y como el horizonte se presenta nítido y claro, yo preparo mis alas para coger el vuelo. No conozco a una sensación más limpia que la de salir de una guardia, pero también hay que reconocer que dura poco, dura hasta que el cansancio acumulado comience a dar sus estragos.
Pero mientras dura, pues ¡viva la vida!. Mientras yo flote no me importa que los demás se arrastren por el fango y porque cuando ellos flotan, tampoco se preocupan de mi existencia. La vida es así y no conoce la palabra, SOLIDARIDAD, de ella se acuerda si tú quieres acordarte y de si has dejado un pequeño hueco para ella. Pero la vida en sí, no es solidaria y lo será, si tú te empeñas en esa causa. Hay que moldear a la vida, hay que darle un sentidiño, hay que quererla y hay que mimarla, pero también hay que darle mucha caña y enseñarle claramente que sin Solidaridad no hay Vida. O eso pienso YO.
Hoy nadie me tiene que dar ánimos, hoy presto ánimos a quién esté necesitado de ellos. Hoy voy sobrado y la verdad y siendo sincero, esto me pasa cada vez que salgo de guardia, hay como una especie de liberación, hay un algo de como salir de la cárcel y sin libertad condicionada. Libre y libre como el viento y como el horizonte se presenta nítido y claro, yo preparo mis alas para coger el vuelo. No conozco a una sensación más limpia que la de salir de una guardia, pero también hay que reconocer que dura poco, dura hasta que el cansancio acumulado comience a dar sus estragos.
Pero mientras dura, pues ¡viva la vida!. Mientras yo flote no me importa que los demás se arrastren por el fango y porque cuando ellos flotan, tampoco se preocupan de mi existencia. La vida es así y no conoce la palabra, SOLIDARIDAD, de ella se acuerda si tú quieres acordarte y de si has dejado un pequeño hueco para ella. Pero la vida en sí, no es solidaria y lo será, si tú te empeñas en esa causa. Hay que moldear a la vida, hay que darle un sentidiño, hay que quererla y hay que mimarla, pero también hay que darle mucha caña y enseñarle claramente que sin Solidaridad no hay Vida. O eso pienso YO.
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