La vida comienza a los 60 años y no antes. Antes, es el aprendizaje, es enterarse de que va y como somos muy lentos..., tardamos 60 años en aprender. Pero a los 60 se produce un hervor, una fuerte emoción, una erupción bestial o una segunda adolescencia pero sin que te salgan granos en la cara y claro, los que ya estamos o estamos cerca de los 60, sabemos de éste tema y también sabemos que los demás, son unas larvas sin desarrollar y unas criaturitas que hablan y dicen, pero en realidad no se enteran de nada. Por tanto queridos animalitos, rendiros ante la sapiencia de la vejez.
Lo firman:
LOS VIEJOS REVOLUCIONARIOS. Y además ¡QUÉ VIVAN LOS DODOTIS Y LAS SONDAS URINARIAS!
Post data: Lo que tengo muy claro es que cuando cumpla mis 60 años, que es justamente el 5 de Febrero de 2.016, que arderá Troya y dando por supuesto que ésta Isla en donde vivo, se convertirá en una antorcha en medio del Mar Mediterráneo. Los viejos revolucionarios somos así y así somos de radicales y no queremos pactos ni posibles reconciliaciones con el resto de la sociedad y porque estamos tan hartos de que nos vapuleen y que nos usen de niñeras y de molestia, que no modestia, MOLESTIA y en letras grandes, que primero tenemos que sacar toda la ira acumulada o dicho de otro modo, toda la mierda y después de un pequeño kit kat y no muy grande, pues los viejos carecemos de tiempo, quizá hagamos un ejercicio conciliatorio, pero primero dejar que nos desahogemos.
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