DERECHO A LLORAR

Acabo de darme una vuelta por las redes sociales y la cosa está que arde, que arde de impotencia, pues ante las bombas de la muerte, no hay antibombas. En general, la gente se ha quedado muy tocada, pero siempre hay algún tocapelotas, que nos recuerda que en Oriente Próximo hay miles de muertos por atentados y por la guerra y como si eso, nos quitara nuestro derecho a sentir dolor por estas muertes más cercanas. Yo nací en Galicia, en concreto en Vigo y no en Beirut y me deber como ciudadano es sentir el peso de todas las muertes, pero hay que comprender que soy humano y por tanto, me duele más lo más cercano o sea, me duelen las dos cosas, pero sinceramente una más que la otra.

Y el que diga lo contrario es que no es sincero con su conciencia y porque la proximidad duele más. Pero bueno, siempre habrá quién diga lo contrario y porque en el fondo, no siente el dolor de los muertos, siente más el porqué se producen esos muertos. Y para mí, todo tiene su tempo y hay el tempo de luto y hay el tempo de analizar los porqués. No sé a veces veo que bajo esa capa de preocupación por los muertos lejanos, que hay mucho resentimiento hacia nuestra sociedad occidental, que nuestros muertos importan menos y pase lo que pase, siempre importarán menos. Y los dos tipos de muertos importan y duelen, pero si los atentados son en tu propio barrio seguro que importan más, por lo menos para los que nos consideramos humanos y por tanto aceptamos que tenemos defectos, en fin, ¡qué somos personas!.

Ya está bien, ya está bien que ante un acto terrorista cercano, algunos recurran a que también hay más muertes en otros lados y supongo que su mensaje es: que no nos pongamos a llorar por ello y porque no tenemos derecho ante la barbarie que se produce en otros lugares del mundo. Pues yo, no estoy de acuerdo, yo lloro a mis muertos más cercanos y también, lloró lo más lejanos, pero si la bomba estalla a mi lado, seguro que me pongo a temblar de miedo y eso es humano y es lógico y así estamos hechos. Además, yo tengo el derecho a llorar por lo que más me afecta y después lloraré por el resto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR