EN CALMA

Yo no sé como decirlo, pero hoy estoy en calma, en calma de alma y en calma de espíritu y porque dicen que después del temporal viene la calma, aunque el temporal de viento y frío sigue ahí fuera, pero mi temporal de sensaciones y sentimientos entró en modo calma. Ayer tuve un día jevi, un día de andar desatado y descontrolado y es más, me di cuenta de ello, aunque ya era demasiado tarde y me dejé llevar igualmente. Y lo siento y lo siento mucho por los que me tuvieron que padecer, bueno lo siento y no lo siento, porque también han descubierto otra parte de mi, la parte más loca, la parte que requiere un tratamiento médico inmediato, la parte en la que tiene sentido el uso de las correas de contención.

Bueno, esto me pasa de vez en cuando y suele tener mucho que ver con el viento y más con el viento interno o sea, con la euforia. Sí, hay algunos días en que despierto eufórico y si aún encima hay motivos para estarlo, pues pasa lo que pasó, que me desmadro y quién me pille la onda podrá entenderme un poquito y quién no me la pille, pensará que estoy grillado. Tampoco me importa demasiado lo que piensen los demás, pero lo que piensen algunas personas en concreto, si que me importa y me importa mucho. Y no es por nada, ni por buscar falsos argumentos, pero de verdad que ese es un estado que se me produce de vez en cuando y que es totalmente espontáneo o sea, va dentro del paquete o kit de Bruno.

Y si yo supiera el porqué y si yo supiera porque tengo esa necesidad de desmadrarme, quizá haría lo mismo pero más suave. Y es que al día siguiente o sea el día de hoy, estoy como de resaca y supongo que será porque en el día de ayer tuve una excesiva velocidad de pensamientos y sentimientos y que como siempre su final acabó en un fuerte y portentoso vértigo. Bueno, como siempre, como siempre que me pasa esto, es decir, de vez en cuando y lo digo, por eso de no querer espantar a la audiencia. Bueno, mientras no me de por pensar que soy un gran escritor, como me pasó un día, y me dio por mandar correos a algunos escritores para me leyeran...pues nada, que no me leyeron y al día siguiente tuve que aterrizar de nuevo. Claro que también se le puede ver la parte positiva al tema y porque esas sacudidas mentales supongo que servirán para algo, por lo menos para no quedarme dormido mientras escribo o simplemente para espabilar un poco más mis neuronas. Y es que en el fondo pienso: yo soy así y hay veces, que no sé porque soy así.

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JULIO CORTÁZAR