LOS ALGOS

Resulta que existe una ciencia que se llama ALGOLOGÍA  y que estudia a las algas marinas y para que te las comas en ricas ensaladas o rebozadas en huevos de pez espada o en lo que te salga de los cojones u ovarios y claro, yo pensaba que la ALGOLOGÍA se dedicaba al estudio de los ALGOS y porque siempre queda o falta ALGO y porque te quiero pero me falta un ALGO o me sobra un ALGO, aunque en éste caso concreto, casi siempre falta un ALGO. Los ALGOS forman parte de esa cara desconocida de la vida, de ese ALGO intangible, de ese ALGO mágico, etéreo y volátil. Y yo como soy un puto ingenuo, pensé por un momento que alguien se había parado y había dedicado su precioso tiempo a éste misterio sin resolver.

Y mira que cuando dios nos dotó de mi vida, no pensó en los ALGOS y en cambio pensó en esa puta serpiente tentadora, mala y perversa que se llevó a Adán y a Eva por las sendas pecaminosas de la puta vida. Y de aquellas, él no pensó en los ALGOS y a sabiendas de que posteriormente, se convertiría en la principal causa de nuestros desasosiegos y temores y porque nos pasamos la vida buscando ALGO  y como no lo encontramos, dejamos nuestras dudas como herencias paternales. Supongo que en el otro lado, ese problema estará resuelto y no hará falta avisar a la grúa.

Los ALGOS te empantanan y porque cuando se acumulan demasiados, el cielo se torna espeso y las nubes se oscurecen y el mundo empieza a temblar y hasta que eso estalle pueden pasar siglos y siglos y hasta que por fin, se produzca ese estallido apocalíptico y definitivo y entonces habrá ríos de ALGOS  y mares y océanos y montañas de ALGO.

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JULIO CORTÁZAR