Hay algo que flota en mi ambiente que huele y sabe muy bien y puede ser el dichoso halo y del que siempre hablo. Es como tener una nube a mi alrededor y está llena de momentos, de bellos momentos, de pequeños y minúsculos momentos y es que de tanta claridad que yo tengo en estos momentos, ya no veo casi nada y porque todo se queda en blanco y en blanco inmaculado. Yo siento ese halo, pero no lo veo, ni lo toco y siento que está ahí, porque voy por la calle como si fuera en un papamóvil y saludo y además, bendigo a la gente y hasta regalo bonitos pensamientos y porque voy de puto sobrado y porque además, yo no entro en mi cuerpo.
Tendré que medir mi nueva talla y por lo que ha crecido mi espléndido pecho, pues me siento un pavo real desplegando sus alas y a los cuatro vientos. Bueno, llevo 4 años sintiéndome así, pero estos días noto y siento el fulgor de la sangre y porque me late todo y desde el dedo pulgar del pie hasta el Occipucio y sin olvidarme de mi Médula Ósea. Vamos, que me tiro un pedo y pienso que es una manifestación más de amor y el que no lo entiende es porque no se echa pedos o porque no siente lo mismo que yo. Y claro, después me entra la vena compasiva y me pongo a compadecerme de todos los mortales y pobrecitos porque ellos tiene que seguir andando, conduciendo y trabajando.
Bueno, yo también, pero lo mío y como ya dije, va en otra dimensión y porque ando flotando y porque conduzco sin manos y porque trabajo con alma. Lo mío, es el mundo de los sentimientos y de palabras bonitas, lo mío es poner la escalera del cielo y yo subir sus peldaños y hasta que me acomode en un una puta nube o que me dejen en una preciosa estrella...y porque en realidad, será lo mejor para todos y así, os dejaré en paz definitivamente y cuando pase y delante de vuestras narices, una brillante y alucinante estrella fugaz, pensar que ese seré yo y yo con mi estrella de plata y cabalgando hacia los bordes del Universo y en donde, precisamente, viven los sentimientos...
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