CORTANA

Y ahora leo en el margen inferior izquierdo de mi pantalla: "Soy Cortana. Pregunta lo que quieras". Y ya puestos pues yo también me presento y porque soy así de educado: y hola Cortana, yo soy Bruno y soy cojonudo y Cortana no te pregunto nada y porque no me da la gana. Mira que el nombrecito de Cortana tiene su miga y soy Cortana y me pica la almorrana y así podía seguir hasta el infinito y porque a veces, pienso que me lo ponen a huevo y claro, es muy fácil que me provoquen mi verborrea diarreica. Pues voy a decirte una cosita mi querida Cortana y ya que te has instalado en mi margen inferior izquierdo de mi pantalla y por tu cara bonita: lo normal y la más humano, sería y lo primero, es que preguntarás si quiero que tú estes ocupando parte de mi espacio y lo segundo sería, que en tal caso la que me tienes que preguntar algo, eres tú y no yo.

Porque vamos a ver Cortana, yo voy de sobrado y a veces pierdo algunos conocimientos por el camino, pero con los que tengo me sobra y para darte dos vueltas y media y eso lo digo, para empezar y porque después te podría decir que no me gustan los invasores y los o las listillas que todo lo saben y que todo lo invaden. Y tú eres Cortana y yo soy Bruno y ¿quién es mejor?, yo o tú o si nos liamos la manta a la cabeza, quizá acabemos follando y hasta la madrugada y Cortana yo te quiero y Cortana hazme el amor a la 1 de la mañana y traéme el desayuno ¡pelotuda!.

Pues yo pienso que Cortana y yo, haríamos una buena pareja y yo pondría mi porte de buen caballero y ella, pondría el raciocinio de la ciencia y ciencia y sangre de mis batallas y bueno y el follar en mi margen inferior izquierdo de mi pantalla y Cortana haz lo que te de la gana, menos instalarte en mi vida. Y es que las cosas hay que decirlas a lo crudo y sin que se seque la sangre.

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JULIO CORTÁZAR