EL HALO DE MISTERIO

Que si el viento, que si el mar, que si la Luna, que si el sol me da de lado, que si me siento, que si me levanto, que si me acomodo y me compro un loro y esos son mis amaneceres diarios y bueno y en honor a la verdad, dejo muchas cosas en el tintero. Pero siempre es conveniente dejar algo en el tintero y porque si te descubres del todo, el misterio desaparece y ya sabemos que sin misterio, faltan los interrogantes y las dudas y las suposiciones. Hay que conservar siempre un halo de misterio y aunque cuentes tú vida, como hago yo, hay que dejar algún tesoro escondido y a salvo de los depredadores y curiosones. Y es que estoy convencido que cuando conoces todo y todo es todo, de una persona desaparecerá la magia y los sentimientos emprenderán la huida.

Cuando uno sienta que se siempre se adelanta a los pensamientos de la otra persona y sabe lo que va hacer y como va actuar, la hemos jodido y bien jodido y porque ha desaparecido la capacidad de sorprendernos y eso demuestra que hay una puta sequía de sentimientos. La magia tiene que tener mucho de misterio y que la otra persona te sorprenda y que tú sorprendas a la otra persona y esto que parece muy sencillo, resulta que muy pocas veces me lo he aplicado. Y uno sabe perfectamente cuando la magia se ha ido al carajo, pero el miedo, el puto miedo hace que te aferres a esa persona con uñas, dientes y con el cepillo de dientes.

Y total, para ver en directo el puto naufragio de una relación y ahora, estaba pensando en las veces que me ha ocurrido y de una vez en concreto me acuerdo como si fuera el día de ayer y fue un año terrorífico, un año de convivencia entre dos muertos y forzando y queriendo cambiar el orden de las cosas y buenas palabras y muchos deseos vacíos y todo esto, sin caricias, ni besos y porque se había ido la magia y las ganas de querer. Y la crónica de una muerte anunciada, es más sufrimiento y más dolor...y es que no hay nada de que hablar cuando el vacío ha cubierto una relación o por lo menos, en mi experiencia ha sido así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR