Y mira que ya me lo decía mi madre: "tú hijo tienes que ser un orgulloso y porque sino en ésta vida te van a comer o a devorar". Pues supongo que de alguna manera lo he sido, porque de momento nadie me ha comido, claro que no lo he sido en el sentido que ella lo decía, pero ¿qué os voy a decir?, que lo he sido a mi manera y porque en el fondo, me siento muy orgulloso de mi forma de ser y de estar en ésta vida. Que no es la tradicional, eso ya lo sé yo y también lo saben todos los que me rodean y lo saben muy bien, ¿que podía ser mejor?, lo dudo y porque paso del típico tópico, de que siempre pudo ser mejor y en general y a pesar de los pesares que fueron muchos y muy duros, al final el producto resultante, no puede tener mejorías.
Porque yo ¿qué le puedo pedir demás a la vida?, que me haga rico, que me compre un supercoche o un superyate de mil quilates y a todo trapo...pues lo siento, porque de todo eso paso, bueno de la pasta me quedaría con alguna y por eso de ir tirando mejor. Y yo me quedo con mi casa, con mi coche, con mis pocos amigos, con mi chica figurativa, con mis deseos, con mis penas y con mis glorias y con mi trabajo, ya no sé y porque empiezo a estar hartito de tanta sangre derramada por los suelos y de tantos infartos y de tantos medio fiambres y además, me siento en el borde de mi propio precipicio y me pongo a pensar, si merece la pena ver tantas sangrías.
Y antes y como los mejores coches, pasaba de 0 a 100 por hora en 8 segundos y ahora, se empieza a enlentecer todo y porque mis articulaciones emiten graznidos y chirridos y ahora, supongo que estaré sobre los 10 segundos. Vamos que me acecha la puta vejez y ya no soy el mismo, pero eso me pasa en el plano físico, porque en el intelectual y en asuntos del alma, ahora estoy que me desbordo de ideas y de pensamientos y de sentimientos y por eso, adoro madrugar y quiero comerme el día y hasta su último segundo y no dejar nada para los demás, porque la cosa tiene mucho de egoísta.
Porque yo ¿qué le puedo pedir demás a la vida?, que me haga rico, que me compre un supercoche o un superyate de mil quilates y a todo trapo...pues lo siento, porque de todo eso paso, bueno de la pasta me quedaría con alguna y por eso de ir tirando mejor. Y yo me quedo con mi casa, con mi coche, con mis pocos amigos, con mi chica figurativa, con mis deseos, con mis penas y con mis glorias y con mi trabajo, ya no sé y porque empiezo a estar hartito de tanta sangre derramada por los suelos y de tantos infartos y de tantos medio fiambres y además, me siento en el borde de mi propio precipicio y me pongo a pensar, si merece la pena ver tantas sangrías.
Y antes y como los mejores coches, pasaba de 0 a 100 por hora en 8 segundos y ahora, se empieza a enlentecer todo y porque mis articulaciones emiten graznidos y chirridos y ahora, supongo que estaré sobre los 10 segundos. Vamos que me acecha la puta vejez y ya no soy el mismo, pero eso me pasa en el plano físico, porque en el intelectual y en asuntos del alma, ahora estoy que me desbordo de ideas y de pensamientos y de sentimientos y por eso, adoro madrugar y quiero comerme el día y hasta su último segundo y no dejar nada para los demás, porque la cosa tiene mucho de egoísta.
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