EL QUE AVISA, NO ES TRAIDOR

Yo estoy esperando la llamada de la selva o su mensaje o su correo y solo oigo el silencio de los muertos, pero la vida es eso y es una de cal y otra de arena y tú quieres lo que deseas y a lo mejor lo que deseas, está en otra historia. Y de nuevo habrá que recurrir a la calma y a la paciencia, a la santa calma y a la santa paciencia y porque puestos así, no me queda otro remedio. Bueno, el día es muy largo y ahora acaba de empezar, pues son las 8 de la mañana y como decía el otro, tengo todo el día por delante. Claro que el día en que yo diga, ya no quiero más, estaré criando preciosas malvas en un cementerio que esté frente al mar y porque si yo amo la vida, la vida me tiene que amar y ¡que no se hable más!.

Y yo pido, pero también doy y yo amo a la vida y ella, dice que a mi me ama y eso creo que es, un amor correspondido, pero hay que demostrarlo en cada momento y en cada instante. Bueno voy a dejar un pequeño kit kat por el medio y para que la vida pueda respirar y porque la veo un poco cianótica y desaturada y un poco de respiración diafragmática le vendrá de perlas. Es que yo como respiro hasta por las agallas, no tengo problemas de respiración y además, a mi la meditación me da por el culo, pues a mi lo que me gusta son los sitios y lugares donde la peña se pone a meditar.

Vamos, que otra cosa no, pero los lugares que escogen para su puta meditación transcendental, son de lujo y yo ante tanta belleza, me olvido de cual es su función y porque me entran unas ganas de ponerme a follar, ¡¡tremendas!! y me pongo en estado de demasiado salido y lo siento porque puedo herir sensibilidades, pero si me pasa eso, tengo que decir la verdad y además, par advertir que nadie vaya a meditar conmigo y porque ya sabe a lo que se arriesga. Bueno, yo aviso y el que avisa no es traidor.