Pues hoy voy a inagurarme y voy a ir a todo un mitín político, voy a inagurarme y a continuación cierro ese ciclo, pues mi campaña política será ir a ese mitin y punto y pelota. Aún quedan 2 semanas de sufrimiento, de chupar consignas, de decir mentiras, de que malo es el otro y que bueno soy yo, de tonterías supinas, de que soy casi dios y vosotros sois los payasos que me vais a votar, de fintas y amagos, de que parece que es, pero no es, de que nosotros somos los mejores, los del cambio, los limpia todo y eso es lo único que me gusta: que quieran limpiarlo todo, pero habrá que verlo, pues ya se sabe que los sillones parlamentarios crean adición. Veremos que efecto producen en estos nuevos genios, me refiero a los de Unidos Podemos y sus varitas mágicas.
Yo de momento les concedo un pase, no hay otra cosa dentro de mi abanico de posibilidades y como no quiero ser demasiado rompepelotas, les daré mi pequeño voto de confianza, pero eso sí, siempre estarán vigilados por cámaras ocultas. Pero claro, a lo hora de dar un voto, funciona la balanza: por un lado, se pone lo bueno y lo más o menos bueno y en el otro, lo malo y como de momento pesa más lo bueno, pues tendrán ese margen de maniobra. Total, yo soy un puto voto más, un don nadie que ladra y que a veces muerde, pero en definitiva, soy un don nadie.
Y no sé porqué, bueno si lo sé, que me equivocaré, que meteré la pata, que saldré escaldado con mi mierda de voto, que me arrepentiré y lo digo porque tengo 60 tacos y ya he visto de todo, pero ésta vez no voy a ejercer de gallego y ser desconfiado, dejaré ese pase, dejaré ese margen, dejaré que mi intuición se equivoque. Total ¿qué puedo perder? y es que por malo que sea, siempre será mejor de lo que hay ahora y por eso me arriesgo.
Yo de momento les concedo un pase, no hay otra cosa dentro de mi abanico de posibilidades y como no quiero ser demasiado rompepelotas, les daré mi pequeño voto de confianza, pero eso sí, siempre estarán vigilados por cámaras ocultas. Pero claro, a lo hora de dar un voto, funciona la balanza: por un lado, se pone lo bueno y lo más o menos bueno y en el otro, lo malo y como de momento pesa más lo bueno, pues tendrán ese margen de maniobra. Total, yo soy un puto voto más, un don nadie que ladra y que a veces muerde, pero en definitiva, soy un don nadie.
Y no sé porqué, bueno si lo sé, que me equivocaré, que meteré la pata, que saldré escaldado con mi mierda de voto, que me arrepentiré y lo digo porque tengo 60 tacos y ya he visto de todo, pero ésta vez no voy a ejercer de gallego y ser desconfiado, dejaré ese pase, dejaré ese margen, dejaré que mi intuición se equivoque. Total ¿qué puedo perder? y es que por malo que sea, siempre será mejor de lo que hay ahora y por eso me arriesgo.
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