RELACIONES

No sé, a veces me pongo a pensar adonde me puede llevar la soledad. Pues seguramente a estar más solo, pero esa idea no me resulta aterradora, es más, me gusta. Quizá todo se deba a que yo fui superdependiente de las personas y de sus relaciones y como el que no quiere la cosa, casi siempre viví en pareja y de en pareja en pareja fui viviendo, salvo y menos mal, algunos lapsus. Digamos que le cogí gusto a las relaciones en pareja y así fue durante un tiempo, claro que después solo quedó la estructura burocrática y el vivir en pareja se convirtió en un tema obsesivo y porque sí. Las dependencias se construyen poquito a poco y a pequeños pasos, bueno, salvo las que son radicales y a bote pronto, pero yo hablo en general y en general uno se cuelga a poquitos.

Y claro yo me colgaba con todo el equipo: con el no poder respirar bien si no estabas con la otra persona, con los celos (que por suerte, no siempre tuvieron la misma intensidad) y toda su mierda rastrera...con el ser desconfiado, con los miedos al engaño, con el sentirte propietario, con buscar de forma obsesiva signos que indicaran lo que tú tanto buscabas, la desconfianza en la otra persona...Bueno y por suerte no todas mis relaciones fueron igual y además pude comprobar una cosa: que cuanto mejor estabas tú, menos celos tenías y menos malos rollos patateros.

Por tanto, yo saco una conclusión de todo esto: tienes que estar bien y contento y satisfecho contigo mismo, porque para sufrir gratuitamente, no estamos y para ser gilipollas, aún menos. Digamos que ahora estoy viviendo mi momento solitario y ¡joder!, ya van más de 4 años...pero al parecer le he cogido el gusto a la cosa...claro que por el medio hubo momentos...pero os juro que nunca abandoné la idea de "siempre ser yo mismo" y por encima de todo. En mi cabeza y en mi alma no existe la palabra dependencia y menos la palabra, celos y para no tirarme en picado: no existe de momento...

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JULIO CORTÁZAR