Hay historias que no entiendo, de las mías claro, porque las de los demás hay pocas que me son entendibles, hay algunas, digamos que la cosa va en una relación inversa. Hoy en día, pocas historias no entiendo de mi, pero habelas hainas (haber las hay) y son tan pocas debido a mis repasos estelares o sea, a meterme caña y estopa y es que tanto viaje a mis antiguos tiempos, tiene que tener alguna forma de compensación. Tienen esa ganancia moral, esa forma de decirte "tío estás casi limpio" y entonces y en ese instante, te hinchas como un puto pavo real. Aquí, no hay pasta por el medio, ni bolsas, ni intereses de demora...aquí sólo se segrega una hormona que se llama "satisfacción". Que palabra más fea para un efecto tan bonito.
¡Joder! llevo cuatro años limpiando y lavando mi conciencia y sé, que la cosa sigue, que tiene que seguir, que aún me queda mucha mierda por reciclar. Es mi método, es mi puto método y cuando hace 4 años alguien me decía "y te merece la pena", yo dudaba un poquito, porque los resultados no se ven de un día para el otro, son más lentos, son más pausados. No sé, han pasado 4 años y tengo la sensación de que estoy al principio, que he tocado el hilo pero que tengo que seguir tirando de él. Que aquí no me quedo, que sin aclarar el pasado no hay futuro.
Ser o ser y si quieres ser toca despedazarte, destrozarte, machacarte y tirar todos tus cachitos por el suelo, lavarlos y limpiarlos, secarlos con mimo y volver hacer el puzzle de tu vida. Fácil verdad, parece fácil pero no lo es, porque todo ese minucioso proceso está inundado de dolor y ya sabemos que el dolor te nubla la vista y la mente. La mente se nubla por muchas cosas, pero ésta de que hablo (el dolor), te la nubla especialmente. De todas formas tiene que haber dolor en la vida, dolor humano, que no inhumano (un cáncer, una tortura) y porque como decimos los médicos, el dolor es una manifestación de que algo está pasando, ¿o no?.
¡Joder! llevo cuatro años limpiando y lavando mi conciencia y sé, que la cosa sigue, que tiene que seguir, que aún me queda mucha mierda por reciclar. Es mi método, es mi puto método y cuando hace 4 años alguien me decía "y te merece la pena", yo dudaba un poquito, porque los resultados no se ven de un día para el otro, son más lentos, son más pausados. No sé, han pasado 4 años y tengo la sensación de que estoy al principio, que he tocado el hilo pero que tengo que seguir tirando de él. Que aquí no me quedo, que sin aclarar el pasado no hay futuro.
Ser o ser y si quieres ser toca despedazarte, destrozarte, machacarte y tirar todos tus cachitos por el suelo, lavarlos y limpiarlos, secarlos con mimo y volver hacer el puzzle de tu vida. Fácil verdad, parece fácil pero no lo es, porque todo ese minucioso proceso está inundado de dolor y ya sabemos que el dolor te nubla la vista y la mente. La mente se nubla por muchas cosas, pero ésta de que hablo (el dolor), te la nubla especialmente. De todas formas tiene que haber dolor en la vida, dolor humano, que no inhumano (un cáncer, una tortura) y porque como decimos los médicos, el dolor es una manifestación de que algo está pasando, ¿o no?.
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