Pues son las 11 de la mañana y de un Lunes cualquiera, porque a mi éste Lunes me suena a Lunes sin mes, me suena a un simple Lunes sin más. Aunque por éste calor húmedo puedo situarlo en el Verano, pero nada más. Pues eso, será un Lunes veraniego y así me quedo contento. La verdad es que no sé como hacer para contentar todas mis sensaciones, creo que me piden demasiado. Después no te lo agradecen personalmente y Bruno muchas gracias y te mando muchos besos...que va...te dejan y se van y entran de nuevo y entran y salen y sin pedir permiso y como si tu cabeza fuera una triste puerta giratoria. Y no les pidas explicaciones, porque enseguida te amenazan con la penosa frase: " mira que te voy a dejar solo", suena a frase lapidaria, a frase que por desgracia demasiadas veces usamos y por muchas razones que ahora no vienen a cuento.
Se usa cuando pierden peso los argumentos, bueno algunos la usan cuando les sale de las pelotas, pero hoy no voy a hablar de esos casos. Se usa cuando se te acaban los argumentos auxiliares y entonces te ves obligado a acudir a esa bofetada psicológica, porque es una bofetada y de las buenas. No suena por fuera, pero suena y mucho por dentro. Es como cuando te dicen o dices: "no quiero volver a hablar de éste tema" y tú por tus adentros no quieres otra cosa que hablar del tema. Pues eso, que es otra gran bofetada psicológica. Y hay argumentos para todos los lados, hay quién piensa que es una frase inhumana y hay quién piensa que es necesaria.
Y creo que tiene un poco de ambas cosas, es un poco inhumana pero es otro poco necesaria, porque llegado el momento de agotamiento de todos tus argumentos, es un recurso vital, es algo que necesitas decir para poder respirar y aunque sea a costa de joder a la otra persona. No sé, dicen que el tiempo, ese juez implacable, sitúa las cosas en su sitio y que al final, casi siempre se puede entender el como y el porqué.
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