DÍA 21 DE SEPTIEMBRE (visto desde hoy, que es el verdadero 21 de Septiembre)
Día claro de brillantez meridiana,
de altivez evidente,
de sol cariñoso y amable,
de sonidos adormecidos y aún somnolientos,
de entusiasmo en las calles
de alborozo por tanto gozo,
hoy se inagura el Otoño,
hoy se viste de marrón verde amarillento,
hoy se pone una camisa de fina seda
y el pantalón será azul y vaquero,
azul porque es mi color preferido,
azul porque el mar y el cielo son azules,
azul porque azules son tus ojos de Gata,
recuerdo la primera vez que los vi,
eran dos luceros azules en medio de la noche,
eran dos Faros brillantes y radiantes,
eran dos grandes ojos que demostraban dignidad,
y es más, no tenían miedo:
mantenían firme la mirada,
no temblaban pero si vibraban,
hablaban de nosécuantas historias a la vez,
y todo empezó aquél día en donde el cielo era más azul que nunca,
un cruce de tiernas miradas
y nuestra fusión estaba a punto de ser acometida,
tú cuerpo, el mío,
tus ojos de Gata, mis ojos sorprendidos,
tu boca sedienta, mis labios ardientes,
tus dedos largos y afilados, los míos cortos y deseosos,
tu voz de noche azulada,
la mía, grave y temblorosa,
y el resto ya sería una descripción pseudo erótica...
que ahora y éste preciso momento, no me apetece narrar
(aunque la verdad, es que todo es inventado, pero podía ser verdad ¿o no?)
al día siguiente, te llevaste tus ojos
dejaste los míos,
olvidaste tu cepillo de dientes
y la almohada de mi cama quedó teñida de azul,
es lo que quedó de ti,
eso y el perfume que quedó suspendido en el aire,
Azul noche, se llamaba
y de ahí viene, mi amor eternamente azulado.
Día claro de brillantez meridiana,
de altivez evidente,
de sol cariñoso y amable,
de sonidos adormecidos y aún somnolientos,
de entusiasmo en las calles
de alborozo por tanto gozo,
hoy se inagura el Otoño,
hoy se viste de marrón verde amarillento,
hoy se pone una camisa de fina seda
y el pantalón será azul y vaquero,
azul porque es mi color preferido,
azul porque el mar y el cielo son azules,
azul porque azules son tus ojos de Gata,
recuerdo la primera vez que los vi,
eran dos luceros azules en medio de la noche,
eran dos Faros brillantes y radiantes,
eran dos grandes ojos que demostraban dignidad,
y es más, no tenían miedo:
mantenían firme la mirada,
no temblaban pero si vibraban,
hablaban de nosécuantas historias a la vez,
y todo empezó aquél día en donde el cielo era más azul que nunca,
un cruce de tiernas miradas
y nuestra fusión estaba a punto de ser acometida,
tú cuerpo, el mío,
tus ojos de Gata, mis ojos sorprendidos,
tu boca sedienta, mis labios ardientes,
tus dedos largos y afilados, los míos cortos y deseosos,
tu voz de noche azulada,
la mía, grave y temblorosa,
y el resto ya sería una descripción pseudo erótica...
que ahora y éste preciso momento, no me apetece narrar
(aunque la verdad, es que todo es inventado, pero podía ser verdad ¿o no?)
al día siguiente, te llevaste tus ojos
dejaste los míos,
olvidaste tu cepillo de dientes
y la almohada de mi cama quedó teñida de azul,
es lo que quedó de ti,
eso y el perfume que quedó suspendido en el aire,
Azul noche, se llamaba
y de ahí viene, mi amor eternamente azulado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario