LOS AMORES FURTIVOS

Si yo no estuviera aquí, 

quizás estuviera allá,

quizás estaría a tu lado o puede que no,

que no estuviera y porque si de mi han renegado,

yo renegaré de ti hasta mi muerte y más allá de ella,

no señor, yo no hago borrón y cuenta nueva

y aquí no ha pasado nada

y nada de que volvamos a ser transparentes y traslúcidos,

porque yo me niego a ser transparente con alguien que irradia opacidad,

y claro y pongámonos en plan científico

y hubo en ti un período ventana

que es cuando precisamente, te conocí,

una persona llena de reflejos y brillos,

y con una sonrisa entre socarrona y lista que irradiaba destellos

y bueno, al tercer caí ante tus encantos de sirena bruja

y después, todo fue dejarse deslizar por los toboganes del amor y la locura,

todo se tiñó de dulce amor rosa con mucha cafeína y adrenalina

y de mañanas espasmódicas y convulsas

y ¿quién me lo iba a decir a mi?,

que a mis 62 tacos volvería a estar enamorado,

cuando yo pensaba que lo único que tenía que hacer, 

era dejarme encoger como un Higo agrietado y seco

(pero eso sí, siempre rebelde y combatiente)

y mira por donde saltó la maldita Liebre del amor,

y se apoderó de toda mi persona

y después, ese amor fue carcomiendo mi Alma,

fueron días de amor y lujuria,

fueron noches de tormenta y sueños atronadores,

fueron días felices sabiendo que el fin se acercaba 

y así fue y así ocurrió,

lo temido fue cumplido,

lo pensado cayó por su propio peso

y el telón entre tu vida y la mía, cayó con todo su estrépito

y desde ese día yo me hice niño soldado

y ahora disparo al cielo sin ningún objetivo concreto, 

ahora disparo por si acaso

y porque ahora desconfío de los amores furtivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR