Yo no sé donde habita el olvido,
pero conozco su hueco.
Conozco su vacío de noche oscura
y su contorno de luna llena.
Conozco su agujero horadado en lo más negro
y su lengua fría y despiadada...
Conozco su mano tenue al principio
y gélida con el paso del tiempo...
Pero si sé donde deposita sus huevos
y en donde hace nido,
lo hace entre capas de miedos y huidas hacia delante,
entre olas de dudas gigantes
y mares fríos y destemplados de malas y peores decisiones.
Allí anidan los cuervos más negros,
pero también anidan los miedos y olvidos
y los olvidos por miedos
y lo peor de todo,
es que todos ellos,
suelen volar por la noche.

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