Ando perdido por éste mundo de dios y del demonio,
entre ellos, ando yo
en ese continuo sube y baja que nunca se acaba,
y siempre buscando algún atajo hacia no sé sabe donde.
A veces hasta pienso que no existo
y me tengo que tocar y palpar con manos, dedos
y lengua.
Otras veces me pasa lo contrario
me doy cuento de mi existencia desde el principio
entonces me dedico a observar mis sombras y mis movimientos,
dejo hacer y dejo pasar el tiempo,
y si me equivoco
pues para eso tengo la marcha atrás.
Algún día me despierto obcecado y obsesionado,
me siento monotemático
y todo me lleva a la misma idea
y da igual si parto de un ángulo
que si parto de otro o del contrario,
pues en el medio siempre se encuentran
y acaban confluyendo en la misma idea.
Que por cierto,
esa idea nunca se arregla del todo...
siempre la dejo arrinconada en el almacén de los objetos perdidos,
segunda estantería a mano derecha,
en el tercer estante y cuarta carpeta empezando por la izquierda.
Como tampoco nunca se olvida,
haces que la olvidas
te haces el ovni o el desaparecido,
pero esa idea fija sin resolver
te espera detrás de cualquier esquina,
o en el portal de tu casa
o mismo se acuesta contigo en la cama.
Las ideas fijas sin resolver
siempre vuelven a ti.

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