Me importa una mierda
adonde vayas con toda tu mediocridad.
Te barnizas de artista,
te rodeas de cuatro colgados como tú,
como tú, todos igual de artistas
o sea, nada para merendar
y otro gran agujero en tu abanico de aparentar.
Tendrás un taller o estudio,
los artistas lo tenéis que tener,
allí dices que te inspiras
y que por la noche
te visitan los ángeles de la noche
y por el día,
te dedicas a moldear figuras.
En realidad, como te lo hagas
me importa dos mierdas...
Pero es sano y bueno
que de vez en cuando recuerdes
que odias a alguien
y eso confirma la teoría
que del amor al odio,
sólo hay un paso.
Y así es
y yo ya lo he dado
y por eso ahora,
te miro desde la otra orilla.

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