No hay nada que complemente mi forma de ser.
Decía mi madre
hijo...que raro y huraño eres...
y yo de aquellas no entendía lo que quería decir,
pues era más bien abierto, cordial y saludable
(menos con ella)
pero ahora estoy descubriendo
que a lo mejor mi madre poseía un sexto sentido
y me veía así
así como soy ahora,
huraño, desalmado,
ácido, agrio,
a veces corrosivo,
demasiado tranquilo,
muy intuitivo,
de reflejo rápido,
de lengua afilada,
amigo de mis amigos
y como he quedado sin amigos,
simplemente, amigo y punto y aparte.
Al final, iba tener razón mi madre
y nunca es tarde
para reconocer algo
y desde aquí te digo, madre
que efectivamente soy un tipo
raro y huraño.

No hay comentarios:
Publicar un comentario