Si las sombras me enternecen
las flores me visten de seda y de colores.
Si la tarde se convierte en una triste avenida
la noche se transforma en dama de noche.
Si yo te digo
que te quiero
es que es verdad
y aunque la verdad es perentoria
lo tuyo y lo mío
son relatos que llegan al mismo río.
Y no te preocupes
tú serás una princesa de labios de fresa
y yo seré un príncipe encantado pero siempre arruinado
y seré más sapo que salta a destiempo
que rana que se transforma en príncipe en nuestro encuentro.

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