En Vigo han quedado mis primeras alas,
en Santiago he dejado gran parte de mi alma y de mi espíritu,
en A Costa da Morte he dejado mis sucias penas
y mis inmensos e innombrables vicios,
en Cádiz he amado hasta la muerte
y además, casi me quedo sin dientes,
y en Menorca,
he contemplado como han crecido mis hijos,
tengo tiempo y tengo ritmo para ello,
la belleza de ésta Isla
supera el entendimiento.
Claro que todos los sitios mencionados
tienen la belleza como lema
y yo, que me considero bajo, feo y calvo
necesito rodearme de belleza por mis cuatro costados...
pero claro, eso cualquiera lo dice
pero muy pocos lo hacen.
Yo creo que...
que simplemente me compenso
y no creo que haya más enjundia bajo mi piel.

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