PARA OLVIDARTE

 


Para olvidarte,

encendí dos velas

arrinconé mis penas 

y al final, apagué la luz.


Para olvidarte,

intenté dormir sí o sí,

y entre vuelta y vuelta

va y se encendió la luz.


Para olvidarte

me corté las venas

y canté una canción que decía

"me olvidé que te había olvidado"

pero ya era tarde para retroceder,

mi cuerpo ya estaba muerto

y mi alma se había ido a otra dimensión.

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GEORGE ORWELL