Y es que si exprimo mi cerebro salen demasiadas cosas,
salen verbos y adverbios,
salen palabras muy incoherentes,
salen sacrilegios y diversos improperios,
sale todo el veneno que llevo dentro,
salen risas como resortes,
salen llantos de desconsuelo,
salen lágrimas vestidas de negro,
y puede y ojalá así fuera,
que salgas tú,
tú, con tus aires de princesa destronada,
tú, con tu escoba de bruja,
tú, que fuiste un tumor dentro de mi cabeza
y tú, que rompiste mi alma en pedazos,
¿y qué te puedo decir ahora?
pues que ahora mi alma está repuesta
además, resultó que al fin y al cabo
que el tumor era extirpable.
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