Estoy sudando la gota gorda. Hoy me ha castigado la vida y me ha obsequiado una gran y pertinaz sudada. Hoy mi aire acondicionado se fue la carajo y malvivo como buenamente puedo y como malamente me dejan. Me caen gotas de sudor por la frente y si alguien se preguntaba que labor tienen las santas cejas, hoy le puedo demostrar que ejercen un efecto de muro de contención del sudor que viene desde las alturas de mi cabeza, además, lo desvían hacia los lados y salvo que haya rebosamiento acumulativo, mis ojos se van quedando a salvo de la empalagosa caricia del sudor. Yo nunca en la vida pensé que iba a sudar tanto en reposo. (Aquí, hubo un largo inciso). Pues ya no es sábado y es domingo, di un salto en el aire, pero que haya pasado un día no significa que haya dejado de sudar. Las 10 de la mañana y estoy asquerosamente sudado y a éste ritmo tendría que adelgazar unos cuantos kilos.
Bueno pues eso, que hoy es domingo y vengo de pasar por la plaza del pueblo y he visto a tropecientos tíos y tías que salían alegremente a correr. En plena ola de calor ¡salen a correr!. Hay los suicidios individuales y hay los colectivos, en éstos últimos necesitan el apoyo de toda la peña y porque no lo deben tener muy claro, pero como les gusta jugar en el alambre de la duda, pues entre ellos se animan y así todos dan el paso. ¡Joder y joder! en plena ola de calor, los mendas se ponen a correr. Además, iban los papis, iban los papis con sus niños retoños y por eso de asegurarse que están y serán educados adecuadamente desde muy pequeñitos. La gracia del correr no se donde se encuentra, algunos dicen que se encuentra en el puto sacrificio y otros dicen que se encuentra en una especie de ambición ciega, que aunque estés medio muerto esa ambición ciega te hace seguir corriendo. Los runners son una especie aparte y porque en el correr encuentran su filosofía de vida. Lo de andar no les mola, andar es para seres orondos, conformistas y a los que les gusta hablar y escribir demasiado. Para ellos, la revolución siempre pendiente está en el correr y de paso aprovechan para poner sus cuerpos más fibrosos (pero claro, ¡eso de paso!).
Yo me levanto a las 5 de la mañana para correr una hora o hora y media, dice uno antes de salir a correr en la carrera de hoy. Otro dice, éstas zapatillas son cojonudas, apenas pesan y son muy mullidas en el asfalto, no sabéis lo contento que estoy. Otro, aprovecha para que sacarse selfis y así publicarlos por las redes sociales (el tipo se gusta a si mismo un huevo). Otra que se siente madre runner dice toda satisfecha... mi hija tiene 3 años y ya corre con nosotros y mientras el papi runner se ata las zapatillas y apoya tiernamente (esto, me lo supongo) las sabias palabras de su esposa runner. Familia feliz porque corre y no por otra cosa. No sabía que ponerme y me puse a correr y desde ese día soy feliz como una perdiz...
Bueno pues eso, que hoy es domingo y vengo de pasar por la plaza del pueblo y he visto a tropecientos tíos y tías que salían alegremente a correr. En plena ola de calor ¡salen a correr!. Hay los suicidios individuales y hay los colectivos, en éstos últimos necesitan el apoyo de toda la peña y porque no lo deben tener muy claro, pero como les gusta jugar en el alambre de la duda, pues entre ellos se animan y así todos dan el paso. ¡Joder y joder! en plena ola de calor, los mendas se ponen a correr. Además, iban los papis, iban los papis con sus niños retoños y por eso de asegurarse que están y serán educados adecuadamente desde muy pequeñitos. La gracia del correr no se donde se encuentra, algunos dicen que se encuentra en el puto sacrificio y otros dicen que se encuentra en una especie de ambición ciega, que aunque estés medio muerto esa ambición ciega te hace seguir corriendo. Los runners son una especie aparte y porque en el correr encuentran su filosofía de vida. Lo de andar no les mola, andar es para seres orondos, conformistas y a los que les gusta hablar y escribir demasiado. Para ellos, la revolución siempre pendiente está en el correr y de paso aprovechan para poner sus cuerpos más fibrosos (pero claro, ¡eso de paso!).
Yo me levanto a las 5 de la mañana para correr una hora o hora y media, dice uno antes de salir a correr en la carrera de hoy. Otro dice, éstas zapatillas son cojonudas, apenas pesan y son muy mullidas en el asfalto, no sabéis lo contento que estoy. Otro, aprovecha para que sacarse selfis y así publicarlos por las redes sociales (el tipo se gusta a si mismo un huevo). Otra que se siente madre runner dice toda satisfecha... mi hija tiene 3 años y ya corre con nosotros y mientras el papi runner se ata las zapatillas y apoya tiernamente (esto, me lo supongo) las sabias palabras de su esposa runner. Familia feliz porque corre y no por otra cosa. No sabía que ponerme y me puse a correr y desde ese día soy feliz como una perdiz...
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