Yo os juro que lucho
y que me dejo la piel en cada poema que escribo.
Y os vuelvo a jurar
y que me dejo la piel en cada poema que escribo.
Y os vuelvo a jurar
que tengo los dedos tumefactos,
que me desangro tanto por dentro
que me desangro tanto por dentro
que soy un lecho de río seco,
que cuando no escribo y porque mi musa se ha ido,
nunca y nunca me quedo tranquilo
y pienso:
se acabó la lucidez del poeta,
y la brillantez de aquellos destellos de luz y sombra,
y entonces es cuando yo me digo
¿será la hora de volver a mis antiguos miedos?
¿será la hora?
que cuando no escribo y porque mi musa se ha ido,
nunca y nunca me quedo tranquilo
y pienso:
se acabó la lucidez del poeta,
y la brillantez de aquellos destellos de luz y sombra,
y entonces es cuando yo me digo
¿será la hora de volver a mis antiguos miedos?
¿será la hora?
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