Entre que unas veces me pierdo
y que en otras, no me encuentro,
pasan los días sin saber lo que quiero,
y entonces deduzco,
que sigo en el limbo
en el limbo de los indefinidos.
Y cuando toco fondo,
lo veo muy claro
y todo es fácil y es más sencillo.
Y cuando desciendo hacia el averno,
todo se hace espeso y se complica,
y pienso que nada merece la pena.
Y cuando floto en la superficie,
me dedico a contar estrellas del firmamento,
y entonces sé que ya estoy bien,
que floto porque ya dejé el lastre
que tenía que dejar,
y que si miro al cielo,
es porque ya me interesa lo que viene de fuera.
Y no es fácil,
nada es fácil si lo has complicado,
aunque así y todo,
siempre es más fácil de lo que parece,
pues el cuerpo primero se hunde,
pero después tiende a flotar,
y entonces todo es cuestión......
todo es cuestión...de dejarse llevar.
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