A mí gustaría demostrar
(sobre todo a mí mismo)
que soy un ser decidido,
que lo que digo lo cumplo y con creces
y que además, lo escribo y lo certifico.
A mí me gustaría
que el viento soplara siempre del norte,
que en las calles crecieran amapolas,
que en el amanecer me dijeras
¡te quiero!
y que en las noches más oscuras
cogieras mi mano y la depositaras sobre la tuya.
A mí me gustaría decirte
¡lo siento!
y aunque nunca, hasta ahora, te lo dijera,
nunca es... ni será tarde
y menos para pedir disculpas...
y decirte LO SIENTO y en letras mayúsculas.
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