Y FIN DE LA PELÍCULA

 Lunes en Es Castell (Menorca)... mi pequeño y adorable pueblo a orillas de mar Mediterráneo y voy a dar un palo a los generalistas que todo lo uniforman y que todo lo quieren igual. Y yo digo, que no es lo mismo un Lunes en éste pequeño pueblo que un Lunes en otro lugar y sitio...porque si normalmente aquí triunfa la quietud casi absoluta, pues en un lunes esa quietud casi total se transforma en potencia de dos y elevado al cubo. Dicen que es el día del mercadillo y si cruzas la plaza del pueblo o explanada, te darás cuenta que el mercadillo está compuesto por dos puestos o sea, por el que monta su pequeño tinglado en un lado y por el que lo monta enfrente y en la cara del otro y así, se pasan la mañana mirándose el uno al otro. Pues y a modo de conclusión... un lunes de éste pueblo es así en todo. Y que podrán vender en toda una mañana...¿una braga?...¿un calzoncillo?...¿unos calcetines?...Algo deben de vender, pues llevo 15 años en ésta Isla y los prendas siguen montando el chiringuito todos los lunes del año.

 ¿Y llevo 15 o llevo 17 años viviendo en ésta Isla?...tampoco por año más o año menos, en realidad que importa...es decir, llevo más de una década y menos de dos décadas y me da igual una cifra o la otra, pues para lo que me queda en el convento igualmente me voy a cagar dentro. ¡Joder! y eso que ahora aprovecho los años con si fueran el último año de mi puta vida...pero aún así y todo, yo nací desmemoriado y eso me permite entre otras cosas, ver las mismas películas varias veces y disfrutar como un niño viendo una película nueva. El tener memoria debe tener sus cosas buenas o eso dicen, y yo de lo que os puedo hablar y como catedrático en la materia, es de las ventajas de ser un desmemoriado. Ahora bien, mi memoria no falla en el tema de fotografía, es decir, una vez visto un paisaje, ese se queda retenido y grabado en mi retina a cincel y martillo. A mi me fallan los circuitos temporales que miden el tiempo, los nombres, las caras...La música tampoco me falla dentro de mi cerebro, pues la música como los olores son ancestrales y nunca se olvidan. 

A lo largo de mi puta vida, hay quién me acusó de tener una memoria muy selectiva y que me olvidaba de lo que yo quería olvidarme y entonces lo de ser un desmemoriado era como un cuento chino que siempre me gustaba contar para salir bien de muchos de los entuertos que tiene la vida. Que puede ser que algo exista de ésta película y porque al fin y al cabo todos utilizamos el todo o el algo...y seguro que alguna vez en mi vida, me he aprovechado del caso y me hice el puto olvidadizo y todo para salir de rositas de un buen marrón. Seguro que sí, ahora bien que levante la mano el que alguna vez no lo hizo y el que se hace el tonto porque es tonto, también se lo hace cuando las cosas no le salen rodadas. Yo de mi hermoso pueblo escojo su puerto (algunos dicen, puerto pesquero...pero hoy en día lo de la pesca es un vestigio), después vuelvo a escoger su puerto (pienso que más bien es puerto deportivo) y en tercer lugar me quedo con su puerto (que es precioso para pasear) y fin de la película.




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