Yo no soy hijo de la luna
ya me gustaría a mí...haberlo sido.
Yo soy hijo de una señora que no quería otro hijo
y de un padre al que yo le sobraba desde un principio.
Algunos nacemos a destiempo
mal queridos y repudiados,
y molestamos más que una púa de un erizo,
sobramos, estorbamos
y nos maldicen en todos nuestros actos
y no me molestes más
y te miran de tal manera
que te convierten en un gusano de la basura,
te culpabilizas, te odias por tu existencia
maldices el haber nacido
y sin más,
te vas cubriendo de un espeso caparazón
donde rebotan sus peores pensamientos
te aislas y vuelves a tu estado larvario,
ahí, nadie te da guerra
y los ecos están amortiguados por el líquido amniótico,
en fin, vuelves a nacer
esperando otra cara, otro rostro,
y una sonrisa que se alegre al verte nacer.
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