No oigo lo que dices,
no lo oigo y eso que no estoy sordo.
Te juro que no entiendo el significado de tus palabras,
pues tus gestos te contradicen,
tu cara, tu mirar,
el movimiernto de tus dedos,
todos me están diciendo,
y me lo dicen a voz en grito,
que aún me sigues queriendo.
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