A veces cuando paseo en una tarde de lluviosa
me invade la nostalgia de aquellos viejos tiempos
y me rindo a la evidencia de que añoro muchas cosas que antes sentía y tenía
y que ahora, creo que las llevo adormecidas
y supongo que las llevo
porque de vez en cuando se me quedan las manos dormidas
y esta sensación la achaco
a que por dentro estoy lleno de viejos sentimientos.
Y por ejemplo, la pasión que en mis tiempos tenía
ahora vivo del recuerdo de esa antigua pasión
y el sentir que antes latía como un caballo desbocado
ahora está más domesticado, más tranquilo y sosegado
y creo que más adormilado
y entonces el sentir no es igual que antes
ni las sensaciones de mi cuerpo, tampoco lo son
y creo que si hoy pasaras tus dedos por mi espalda
encogería mis omóplatos por el gusto producido
y de alguna manera haría lo que antes hacía
y cogería tu dulce mano
y la guiaría por un camino con destino en mi culo.
Pero todo esto me lo supongo
y porque hace tiempo, pero mucho
que no me acarician la espalda
ni tocan mi culo con esa delicadeza
que antes erizaba hasta mi vello púbico.

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