Y hoy cuando iba andando por una acera de mi pueblo y de repente ime vino a la cabeza, una medio novia que había tenido hace 40 años y no sé porqué hoy me vino a la cabea. Y que sería de ella y de su cuerpo y hasta quién sabe si a veces también se acuerda de mí. Pero lo dudo mucho, pues para mí había sido medio novia, pero ese concepto que yo tenía de aquella historia no era el mismo para ella. Era de esos casos que nacen desequilibrados y lo sé, porque sencillamente yo tuve otras medio historias o historias enteras, donde yo tuve todas las de perder y tuve que chupar y besar el césped por donde ella había pisado y por pringado. Pero en este caso en concreto era al revés y yo era el desalmado o el malo de película y ella, la sufridora. Y digo medio novia y porque la cosa no había pasado de los dos meses y además, no creamos un vínculo demasiado estrecho y que nos uniera como si fuéramos una pareja. Nos veíamos de cuando en vez y siempre en ambientes festivos y en noches de juerga y borrachera. Y ella me gustaba y además, me hacía reír como un poseso, pero faltaba ese karma tan especial, que se llama amor o eso es lo que pasaba por mi parte. Por parte de ella, supongo que no pasaría lo mismo y por la simple razón de que ella estaba más colgada que yo. Y nos enrollamos unas cuantas tardes y noches y hasta hacíamos el amor en sitios inverosímiles y en los que nunca y hasta ese momento, se me hubiera pasado por mi cabeza. Y eso que mi cabeza de aquellas, era bastante guarrindonga y porque el sexo no era lo único que tenía en mi cabeza, pero se acercaba mucho en aquél momento. Pero el sexo si te gusta de verdad, es que quieres tener más sexo con esa persona, pero eso no te lleva a querer montar una nueva relación. Y además de aquellas, yo andaba con el tema de las parejas bastante trasquilado y porque hacía poco tiempo, como unos 6 meses, que había dejado una relación anterior y el tema de la pareja se me hacía sumamente difícil y espinoso.
Bueno, pues pasó que se acabó el verano y de repente se presentó septiembre y septiembre significaba estar de exámenes y cuando me quise dar cuenta, habían pasado otro par de meses y todo el suflé anterior se nos vino abajo. Primero pasó por mi parte y porque sinceramente yo no estaba enamorado de ella y después de verse rechazada de alguna manera, ella pensó, que lo mejor era darse a la fuga y entonces y en ese momento ella desapareció de mi radar. Más tarde nos vimos muy frugalmente y como muy de pasada y así fueron pasando los años posteriores. Y creo que hasta pasaron 10 años y porque de repente la encontré en la noche loca de otra ciudad cualquiera. Yo me había ido a vivir a esa ciudad y ella era de allí mismo. Y una noche de esa tan locas y tan desfasadas, yo iba ciego hasta la bandera y cuando la ví a lo lejos, aluciné a colores. La saludé muy correctamente y como si fuera un tipo educado, ahora bien yo iba borracho como un piojo y no sé si le dije algo más...y porque a partir de ahí, dejó de saludarme y porque nos fuímos viendo muchas noches más. A ella le gustaba bailar sola y no iba con nadie más y salvo en esa noche en que no sé si le dije algo más, tampoco le volví a dirigir ni una sola palabra y creo que lo máximo que le llegué a decir después de ese primer encuentro, es un hola y un hasta luego. Y aquí se acabó la historia con esta medio novia. Yo en esas noches de desfase y hasta la madrugada, llegué a pensar y de vez en cuando, en que coño le había dicho y si es que realmente le había dicho algo, y con esa puta duda me quedé durante un tiempo. Pero han pasado 40 años del ala y ahora de cada me siento más seguro, que no le dije nada que afectara tanto a su sensibilidad. Seguro que pensé dentro de mi borrachera, que en honor a aquellos viejos tiempos podíamos tener un roce o un revolcón...pero ahora pienso que más bien fue un pensamiento todo borracho y que menos mal que no tuve los santos huevos de decirle nada. Pensé por un momento en como era la vida, 10 años antes yo era el rey de la fiesta y en cambio ahora, hasta yo mismo me daba vergüenza de mi comportamiento o mejor dicho, con lo bochornoso que habían sido mis pensamientos. Y han pasado 40 años y no sé nada de ella, pero tampoco es que necesite saber lo que hizo con su vida.
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