Y que sería de la otra medio novia que tuve en aquellos otros tiempos. Aunque tuve más medio novias, como también tuve más relaciones sexuales esporádicas y que se mantuvieron durante cierto tiempo y hasta que un día ocurrió lo que tenía que ocurrir y uno de los dos desapareció del mapa y porque los dos sabíamos, que así un día iba a pasar. Y como aquello era lo que era y era para follar mejor y tener con quién follar con todo gusto y con todas tus ganas y sin que aquél tipo de relación nos hiciera daño y para que no confundiéramos el tipo de relación que manteníamos con otros asuntos más amorosos y quizás, menos golosos. Y no había un contrato por el medio que nos atara nada, ni había normas previamente establecidas y el azar y las ganas de follar era lo nos que guiaba en medio de aquella selva en la que vivíamos y como estudiantes que éramos nos sentíamos lo sucientemente libres, para establecer las relaciones sexuales como nos daba la real gana establecer. Pero volvamos a esa anterior medio novia y a la que antes me refería. Pues resulta que durante un tiempo yo le echaba los tejos y ella se dejaba querer y porque de alguna manera, ella también me los echaba a mí y en todas esa noches en que la fiesta era la reina de la noche, pero se dejaba querer hasta cierto punto y porque ella tenía un novio o pareja no sé si con normas o sin normas, pero ella jugaba conmigo y con su posible novio y cuando yo me ponía medio loco con ella, pues pasaba que ella se zafaba muy sibilamente y de repente aparecía con su novio toda contenta y toda zalamera y con cara de que aquí no ha pasado nada. Supongo que jugaría con su novio a darse celos mutuamente y para ver quién ligaba más y mejor y no es que lo supongo, pues con el paso del tiempo fui conocedor de ese juego tan estúpido y malvado. Y yo siempre me sentí como un saco de patatas que rolaba de un sitio para otro. Y así pasó durante meses y meses, pero nunca llegué al año ante semejante tortura de juego. Y llegó un día y se me desmontó mi paciencia y no le dije nada y porque de aquellas éramos demasiado modernos como para poder decir que te sentías utilizado y años después pensé que le debí decir todo lo que pensaba de su puto juego de mierda y porque si tu juegas a eso con tu pareja me lo tendrías que decir antes y porque yo no era un saco lleno de mierda que no tenía sentimientos. De alguna forma y durante ese limitado tiempo, yo sentía que estaba más colgado de ella de lo que me pensaba. Y ya digo que al cabo de unos pocos meses, me pasó esa calentura que me traía por el camino de la amargura.
Después y por azares de la vida no la ví durante mucho tiempo y tengo que decir que para nada la eché de menos. Y no lo digo en plan bravucón y porque me sintiera herido por el trato que me había dado. Pues pasaron unos años más y en total desde aquél principio en que yo iba detrás como un perro detrás de su hueso, pues pudieron pasar como 10 años o más y hasta que después de todo ese tiempo, me la volví a encontrar entre los vahos de la noche. Era en una barra de un bar o de un pub y ella estaba al otro lado de barra y sirviendo copas y yo apoyado en la barra y sentado en un taburete y la encontré como nunca antes la había encontrado, feliz, risueña, agradable, simpática, hermosa y dulce y muy dulce y tan dulce que cuando me hablaba volvieron mis viejas fantasmas con ella. Y como la noche es la noche, nos fuímos a otro pub y a beber más copas y en cada momento nos acercábamos un poco más y hasta que cuadró toda aquella ecuación y los dos nos fuímos juntos a su casa y después, ya sabemos lo que pasó.
Y al otro día nos despertó el sol en la cara y ella seguía toda cariñosa y hasta me propuso que me quedara unos cuantos días en su casa. Y yo acepté gustosamente, aunque me preguntaba que coño le había pasado. Al cabo de unos días me enteré que con aquél antiguo novio, se había dejado y por tanto, que no me preocupara tanto sobre esa vieja historia. Y yo en aquellos tiempos, andaba falto de todo, andaba falto de cariño, de sexo y de todo lo relacionado con el amor. Por tanto esta vez, simplemente me dejé querer y aunque no sabía hasta donde llegaría la cosa, dejé que todo corriera suavemente y como la seda. Pero ella iba mucho más rápido que yo, ella quería presentarme a todas sus amistades y presentarme como su nueva pareja. Y yo ahí empecé a sentirme incómodo y porque sentía que todo iba demasiado rápido y en cambio de contarle mis sensaciones, me hice el mudo y el sordo y hasta me sentí como un cobarde de mierda. Y ese fue mi gran fallo y mi mayor problema y está vez era yo el que fallaba más que una escopeta de feria. Después me tuve que volver a mi Santiago del alma y porque tenía pendientes unos cuantos exámenes y en total me quedé en Santigo unos dos meses. Y cuando cogí esa distancia, entonces me dí cuenta que yo no estaba enamorado de ella y que por tanto tenía que cerrar aquél capítulo de mi vida, pero ella olió la tostada que yo le estaba preparando y se adelantó a mis palabras y entonces me dijo que era un pedazo de cabrón que le había engañado a conciencia y para más información, decía que estaba embarazada de mí, y yo por supuesto que la creí y entonces le ofrecí todo mi apoyo para abortar y si quería tenerlo que lo tuviera como madre soltera y porque yo daba aquella relación como rota. Nunca entendí porque me había metido en ese lío y tuve mis dudas de si fue un acto de venganza de aquellos tiempos anteriores, pero después y posteriormente, llegué a la conclusión que por eso no era y porque si en algún momento la quise simplemente pasó, que la dejé que querer. Pero tuve años de mala conciencia y sobre todo por el tema hijo y cuando le ofrecí todo mi apoyo, pero ella me dijo que no lo necesitaba para nada y menos en esas condiciones de que yo no quería ser su pareja.

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