Y a lo largo de mi vida también tuve mis momentos de valiente. Y fui valiente, aunque al mismo tiempo, fui un tanto imbécil y porque al mes de militar en aquél partido de onda comunista, hicieron una manifestación de 100 personas y porque era una manifestación que estaba previamente programada y que consistía en saltar todos al mismo tiempo así gritar cuatro consignas y por las libertades y en contra de la dictadura. Pero el tema más fuerte no era ese y porque me dijeron que tenía que ir delante y llevar entre mis manos, un coctel molotov para tirarlosi se presntaba la policía y la polcía se presentó en forma de dos guardias civiles de tráfico que venían encima de sus motos y a toda hostia y en dirección a nosotros yo era un novato que solo temblaba por el coctel molotov que llevaba en una mano y yo sabía cual era mi función en aquellos y era tirarle el puto coctel molotov a ese par de policías y cuando pude controlar mis temblores lo lancé al primero que se acercaba y el pasma se cayó de su moto y por la llamarada que salió del coctel. Y bueno y a continuación vino la gran desbandada y todos nos pusimos a correr y en todas las direcciones y pies para os quiero y si no es para correr y hasta donde me aguantara el cuerpo. Y no me sentí un héroe de aquella película y porque estaba muerto de miedo y porque el miedo, no es cosa de héroes, aunque si es cosa de seres humanos que un durante un día se hicieron los valientes que ahora tengo la suerte de poder contarlo.
Después hubo miles de manifestaciones por el medio y hasta qun día uno de nostros tuvo la brillante idea de que había que defender todo tipo de manifestaciones y como nunca he tenido la suerte de mi lado, me tocó formar parte de un comando de 6 o 7 personas, que iba armado con largos palos duros y más contundentes y por supuesto, de cocteles molotov y ahora nuestra misión volvía ser la de antes, pero, más estructurados y con mucha mejor planificación que la de aquellos viejos tiempos. Éramos un grupo clandestino y hasta dentro de nuestra propia organización. Y nos entrenábamos para ello y practicabámos algún arte marcial y afinábamos nuestra puntería y para eso nos íbamos al monte y a tirar cocteles molotov. Y defendimos alguna manifestación y la primera en que estuvimos presentes, la defendimos muy bien y porque sorprendimos a la pasma, pero a patir de ahí, no tuvimos tanta suerte y tuvimos que correr mucho más que el resto. Y un día y creo del verano, nos pudimos ver desde la distancia y vimos a un pequeño grupo de pringados que no presumían de su valentía y porquéramos ungurpo que había que darles de comer aparte y entonces y por nuestra propia decisión, nos disolvimos y volvimos a ser parte de la gente. Aunque no debía olvidarme que de aquellas exsitía un grupo de fachas que iban armados hasta su bandera patrótica y fascista y un día y porque sí, nos dieron de hostias y hasta en nuestro paladar balndo y un poco más tarde nos reagrupamos y ellos se pusieron enfrente de nosotros y como el valiente pringado que era, me puse al frente de todos los nuestros y para sí demostrarles que no teníamos miedo y entonces hubo un momento en que me sentí el más valiente de todos y alcé mi brazo y dije a por ellos y yo fui a por ellos, pero como ya dije ellos iban armados hasta los dientes y cuando me dí cuenta estaba totalmente rodeado de fascistas y entonces me molieron a palos y hasta me tuvieron que poner doce puntos en la cabeza y tod fue porque los demás fueron mucho más prudentes que yo y al verlos con palos y con casdenas en sus manos, hicieron el amago de ir a por ellos y yo fui el único pringado que salió herido de aquella película.
De todas formas nos juramos tomarmos venganza y un día y como el que no quiere la cosa, nuestro pequeño grupo clandestino se llevó consigo una vieja y gran bolsa de deportes que estaba llena de palos y cuando ellos estaban montando su chiringuito fascista y lleno de cruces gamadas y de la más pura propaganda nazí, les saltamos a la chepa y los forramos a hostias y hasta le quemamos su puto chiringuito de nazis y después ¿que pasó?, pues pasó que nosotros nos pusimos a correr como auténticos poseídos, pero con esa sonrisa cínica y como si ubiémos triunfado defenitivamente, pero definitivamente no lo fue y porque de aquellas y como pasa ahora, los fascistas eran los mejores amigos de aquella policía que era tan fascista como ese grupo de nazis. Pero durante un tiempo funcionó la cosa y no volvieron a montar su chiringuito. Después y al cabo de poco tiempo, llegó aquella falsa democracia y por eso siguieron siendo los mismos policías los que decían que eran los defensores de aquella democracia.

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