No hay nadie que haya llegado tan lejos.


 Yo podría ser un voraz asesino sin escrúpulos

asesino de letras y palabras

y porque de personas, me parece que no

no sueño con matar a alguien

aunque me arde la sangre al ver como matan personas

y les ponen un cebo

y como están muertos de hambre

ellos siguen el rastro de los alimentos

 lo hacen como si fueran muertos vivientes

y de tan hambrientos que están

van como ovejas al redil

y entonces desde una loma

en la que hay soldados apostados

que van armados hasta los dientes

y sin más...

se ponen a disparan a esa masa de gente.

Y ésta historia tan deleznable e inhumana

la repiten las veces que ellos consideren. 

El fanatismo de Hamás

es algo que clama al cielo

pero el fanatismo de estos verdugos

vestidos de hombre soldado

y con el poder que les otorga sentirse los amos del mundo

no tiene antecedentes a lo largo de nuestra historia.

No hay nadie que haya llegado tan lejos.













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JULIO CORTÁZAR