Lo duro que es caer sobre una piedra puntiaguda
y lo crudo que es levantarse de nuevo
y poner cara de que aquí no ha pasado nada
y demostrar que puedes doblar la rodilla
doblarla hasta su máximo y en todos los ángulos
y convencer a los demás de que no era para tanto
y tragar el dolor y sorber las lágrimas
pero tú solo miras hacia delante
miras a lo que vendrá después de hacerte el valiente
y en tu mente esperas aplausos y vítores
la gente te nombrará como un ser valiente
como el más valiente de la tribu y del poblado
y eso seguro que tiene premio,
dos palmaditas en la espalda
un brazo pasando por tus hombros
y unas palabras de ánimo que resuenan en tus tímpanos
¡Ánimo, que tú puedes con todo!
Y cuando ya no te vea nadie
te irás a una esquina a llorar todo lo que no has llorado.

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