Yo sé
que hemos sido
que hemos estado
que estuvimos allí
que nos quisimos a rabiar
que nos juramos y nos prometimos
medio millón de cosas
y que esa vejez que estaba llamando a nuestra puerta
podría ser una vejez compartida
que después y al poco tiempo
pasó lo que pasó
y porque mi realidad me dio una bofetada en plena boca
y en un suspiro me quitó toda magia que con tanto mimo
habíamos almacenado
y porque era nuestro verdadero tesoro.
Y solo puedo decir ¡lo siento!
y porque nunca había pensado ni imaginado
que cuando vives dentro de un sueño
que fue criado con mi alma en la mano
y sé que tú estabas dentro del mismo proceso
y porque los dos estábamos instalados en una burbuja de amor
que de repente y por motivos que ahora no soy o no quiero explicar
que aquella bonita historia se rompiera en mil pedazos.
Tengo que reconocer que soy un tío raro
pero también sé reconocer mis deficiencias
y a veces, cuando en mi nuca siento el aliento de una amenaza
me entra terror y miedo a la vez.
En el fondo tengo muy claro
que yo no puedo renunciar a mis hijos
y sobre todo a mi gran hijo pequeño
y eso supongo que me hace ser mejor persona
pero aún así y todo
sigo sin entender al cien por cien
porque de aquellas no seguí luchando.
Pero el amor no es raciocinio
ni se mueve bajo argumentos
ni tiene leyes escritas
ni es el producto de una suma de factores
y el mismo decidió
y por una causa o por la otra
y que llegados a ese cruce de caminos
cada uno escogió su propio camino
y ahora hasta me asombro de mi propia sombra.

No hay comentarios:
Publicar un comentario