UNA PEQUEÑA PARTE DE MI INFANCIA


Antes y cuando hablaba de mis primeros amigos, no era tan cierto que furan mis primeros amigos. Yo antes había tenido uno y que era uno de los hijos de los mejores amigos de mis padres. Tenía mi edad o era parecida y cuando venían sus padres a ver a los míos, traían siempre consigo a este hijo. Se llamaba Carlos y era un buen chaval, aunque un tanto mimado y porque era el más pequeño de su familia. Aunque en mi caso era totalmente al revés y yo era el más pequeño pero a la vez era el más molestoy porque en mi caso, la cosa funcionaba por grados, mi hermano el de en medio, era el preferido y el consentido, mi hermana mayor, era como decía mi madre, era un cardo borriquero y cuando ella, mi madre, era de su misma estirpe y le concedió como herencia suya y muy suya, el ser un cardo borriquero. Que a estas alturas de mi vida aún no sé muy bien lo que significa eso, pero era algo despectivo y como si fuera una persona poco empática, amargada y avinagrado. Y en cierta medida lo era, pero también lo era mi santa madre. Pues lo que estaba diciendo y en mi caso o en el de mi familia, yo era el más pequeño y el último de la clase y en esa medida que marca el amor y el aprecio, yo seguía situado en el último puesto. Pero tampoco era cosa que me preocupara mucho y porque desde muy pequito aprendía  hacer mi vida y aparte de los demás. Mi hermano mayor, era un chico de fácil palabra, parecía ser imaaginativo pero era como él se vendía, imaginativo y gracioso y porque mis padres les reían todas sus gracietas chistosas. En realidad, era el puto niño mimado de aquella familia y digo familia y por llamar a esa cosa de alguna manera y para que nos entendamos mejor. Mi hermana mayor ejercía perfectamente su papel de cardo borriquero y ella iba su propio ritmo y por eso mismo se acabó echando novio a una edad muy temprana y con el objetivo de irse cuanto antes de aquella familia de locos y así fue como pasó y se casó muy joven y se fue a vivir muy lejos y desde muy lejos siempre se ven mejor las cosas. Y después de su casamiento venía muy de vez en cuando y estaba unos cuantos días y de nuevo se volvía a ir con su marido que era ingeniero de caminos y un ingeniero de caminos en aquellos tiempos, era como si fuera un ministro.

A mi hermano y un poco más adelante, lo dejé de ver literalmente hablando y porque se había a mi Santiago del alma y para estudiar magisterio y pasaban los años y mi hermano seguía en primero, pero como era él el que lo hacía, no pasaba mucho más que nada. Pero claro llegó un momento de esta película que os estoy contando, donde por fin mis padres le exigieron que les dijera lo que tenía aprobado y como no tenía nada, pues pasaron unos meses y entonces, él también se casó. Y cuando ya se casó yo le perdí la pista durante unos buenos años. Mi familia no fue un ejemplo de nada, ni fue una fuente de amor y cariño, ni siquiera lo fue cuando éramos niños (salvo para mi hermano). Y si tengo algo bueno que decir de mi familia, es que veraneábamos cerca de la playa y que los veranos de mi vida como niño, fueron cuando menos que espectaculares. De ser un niño amargado, callado, triste, penoscuando llegaba el verano, yo me transformaba en un niño sonriente, feliz, amable, cariñoso y hablador y de todo esto, solo tenía la culpa el veraneo.

Pero volviendo a mi verdadero primer amigo. Mucho no hablábamos entre nosotros y porque desde el principio éramos dos seres completamente diferentes y su punto de vista de la vida, era la que se tiene como un niño criado entre algodones y porque él siempre se sentía protegido por su familia y ese escudo era el que le valía para andar por la vida. Mi escudo en cambio, estaba lleno de temores, de miedos y de inseguridades, pero mi escudo era mi escudo y estaba construído por mis propias manos y además, era el que tenía y punto. Pronto aprendí a usar mi escudo con mis padres y parte de sus familiares y porque no solo estaban en ese frente mis padres y había tíos y tías de mi familia que era para darles de comer aparte y todos ellos tenían en común, que eran una panda de cabrones. Clasistas hasta la bandera y para que contaros el grado que tenían como seres acomplejados y que solo aspiraban a ser más y más y como ninguno de ellos llegó a ese grado, el resntiento les fue comiendo por dentro. Por tanto, que nadie me hable de la puta familia y de sus cantos celestiales y de ese amor familiarque era toda una mentira al completo. Mi familia hubiera servido de ejmplo, de lo que no hay que hacer y porque peor es imposible, pero como éramos de esa manera tan indescriptible, al día siguiente éramos parte de esa familia que pretendía ser una verdadera familia. Nunca pudimos ser familia y ahora tampoco lo somos y porque todas las cosas que se hicieron mal, no se pueden hablar, ni nombrar ni mencionar y ni siquiera que tú digas que quieres hablar de ellas y porque te dirán que ese no es el momento y a sabiendas de que nunca existirá ese momento.














No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR