Y bajo esa llama viva
que tú mantienes en estado latente
y por si acaso se apaga el fuego de la vela
que le da luz y brillantez a tu mente
y mientras la cera se acumula a sus pies
y hace dibujos tan surrealistas y tan espectaculares
que hasta el mundo de mis sueños no los puede entender
y en ese mismo instante
donde poco a poco se apaga la llama
mientras ella misma se viste y por última vez,
de azul tirando a naranja
y un gato negro se pasea por el tejado de enfrente
y te mira y como si tú no fueras nadie
y a lo mejor tiene razón ese puto gato
y no eres nadie
y porque se vive mucho mejor siendo un don nadie
que siendo el lider de esa manada que hoy está de fiesta.

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