¡BENDITA DEPENDENCIA SEA LA MÍA!

Cada vez que el viento golpea mi ventana,
a veces con cariño
y en otras con estrépito
pienso que eres tú.
Tengo mi pensamiento viciado por ese instinto,
pero no importa,
de algo siempre hay que depender
y si ese algo no tiene nombre, ni cuerpo, ni alas
es como depender del amanecer.
¡bendita dependencia sea la mía!





















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JULIO CORTÁZAR