La única lucha que ahora tengo entre manos es la dignidad.


La única lucha que ahora tengo entre mis manos

es la dignidad.

Es mantener la dignidad como un puño cerrado

es pedir cada mañana

que el día te complazca

que te oiga, que te escuché

y de todo lo que le das

que te devuelva algo

y le das y le apoyas y le animas,

y poco a poco lo levantas del suelo

y lo empujas cariñosamente hacia lo que antes fue,

y le explicas que aquél mundo

ya no es el nuestro,

el nuestro es una lucha del día a día,

y no es tener siempre la razón de tu parte

y porque eso, simplemente es imposible,

pero que como antes hacíamos

hay que indignarse igualmente

y esto que está pasando ahora

y delante de todo el mundo

no es la sociedad que queríamos

y por la que luchamos y cada uno a su manera

el odio está creciendo como una ola gigante

el insulto faltón es el pan de cada día

el chiste de taberna o de cuartel está más de moda que nunca

las formas de entenderse se han perdido entre tanto insulto

ahora domina lo grosero, la falta de respeto, 

y por supuesto, la falta de empatía.















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JULIO CORTÁZAR