AMOR Y ODIO
¿Cual de todas las palabras es la más hermosa?. Cual de ellas, de todas ellas es la más hermosa. Difícil elección, difícil elegir una sóla palabra que sintetice el todo, que abarque tanto y que a su vez se quede comprimida en una sóla y exclusiva palabra. Si por ejemplo, digo la palabra amor, pues siempre habrá algún capullo que esté lleno de odio. Y si digo odio, siempre habrá algún atontado enamorado. Pero estoy jugando por los extremos, y si me centro un poco más, quizá pueda verlo desde otra perspetiva. pues la palabra amor logicamente no tiene porque significar estar enamorado, no señor. Se puede amar sin estar enamorado, se puede amar sin ser amado, se puede amar aunque estés repudiado. Cuantas cosas se pueden, cuantas cosas tienen la misma palabra que los desdcribe y en cambio tener distintos significados. pues no es lo mismo, un amor de madre, que una amor de estar enamorado o un amor fraternal, que un amor amigo. ¿a que no?. Dicen que del amor al odio hay un paso y al revés, y en cierta medida es cierto. Cuando uon está enamorado como que borra muchas cosas, borra de su disco duro todos los desplantes, todas las malas formas, todos los momentos malos, aunque sean momentos pequeños o sólo instantes. Mientras uno está enamorado, que le importa que el de al lado pues ronque o que se eche lapos mañaneros o que se eche pedos o eructos, todos éstos pequeños detalles, despues van a pasar la cuenta, pero la pasarán más adelante. Aunque uno piense, que esos ínfimos detalles no importan, sí importan e importan bastante. Cuando más adelante, el tiempo, que es irremisible, va desgastando poco a poco el enamoramiento, cuando de repente se te cae el telón y empiezas a pensar que demonios hago aquí, aqui con esa persona que tienes a tú lado, es cuando te das cuenta que en nuestra memoria nada se borra, absolutamente nada. Y por tanto la memoria te pasa su factura para ser cobrada y aquí es cuando te caes del andamio, !menuda hostia!. De repente esa persona que lo era todo para tí, ahora, es un ser que empiezas a aborrecer, de lo que te molesta todo y es más empiezas a ver la factura pendiente, la factura que tiene en sus manos tú memoria y todos esos pequeños y minúsculos detalles, que antes no te molestaban, ahora se han convertido en gigantes. Ese cepillo de dientes que siempre dejas encima del lavabo, esa pequeña meada mal apuntada, ese pedo mal echado, esas gracias que antes eran motivo de muchas risas, y ahora son motivo de miradas asesinas. Todo esto que digo, esta suma de pequeños átomos dan un resultado y el resultado no es otro, que el comienzo del odio. Si, el odio.
El paso del amor al odio no es un estado de suave transición, no es un estado de orden, más bien lo contrario, es un estado anárquico, sin ninguna cronología. Tú piensas que todo evoluciona dentro de lo normal, que la vida en pareja es así, que logicamente piensas que todo se desgasta y por tanto, la base de verdad la conservas y te comes el coco y te lo vuelves a comer, pensando que en realidad el amor aún persiste y que sólo han cambiado las formas y !ZAS!, la gran hostia. Te despiertas un día con sensaciones espesas, con algo que no sé el que, pero que no lo tengo claro y a darle vueltas y más vueltas, hasta que llegada la hora bruja, de repente te das cuenta, que nada, que ya no hay nada. Que sólo tienes la vida preestablecida, que sólo tienes una vida que montaste anteriormente. Entonces esa luz cegadora te deja con los dedos de los pies cruzados. De repente piensas que ya desde hace unos años tú ya sentías lo que ahora sientes. Así es la puta vida, así de triste y de traidora.
Yo creo, que despues del paso de la adolescencia a la edad adulto, ésta hostia, es la que se merece el segundo puesto, el segundo puesto de todas las grandes hostias. Es bestial de necesidad y no es una hostia que te caiga a los 18 años, no señor, te cae a plomo con bastantes años más (cuestiones de la edad). Cuando eras joven, éstas hostias pronto las resolvías, no sé si por desconocimiento o porque te quedaba mucho por aprender, y siempre levantabas cabeza. Ya fuera al cabo del mes o del año, pero la recuperación era rápida. Ahora, a otras edades, la hostia te deja noqueado durante un tiempo, un largo tiempo, pues logicamente estás más condicionado al tener tú vida más montada. Aparte que a éstas alturas ya no comulgas con ruedas de molinos, ni un canuto que te va a quitar de los problemas, ni siquiera un plovo te va anestesiar tús malos agobios.
Yo cuando hablo, hablo por experiencia propia e impropia. Despues de ésta buena hostia y pasado el tiempo de noqueo, empiezas a rebelarte contra ti mismo y viene la fase de negar la evidencia. Como estos pensamientos te derrumban lo que hasta ahora era tú vida,tú te rebelas y empiezas a negarte tús evidencias. Ya no ves que esa relación está destrozada, ya no ves que ya nada te relaciona con la otra persona, ya no ves ningún problema y entonces llegas a aceptar de nuevo, que la vida es así y que no queda otro remedio que aceptar como viene. este es un período de lucha contra ti, contra tús sentimientos y lo que tú haces, es quitar los sentimientos del medio. Los sentimientos, ahora, estorban y le vas dando prioridad a otras cuestiones que para tí antes eran secundarias. es un cambio momentáneo de valores, es una actitud defensiva y es defensiva, por el miedo.
El miedo, te abraza, te abarca y te coje por el cuello. Aquí, ya sólo te planteas sobrevivir y sobrevivir con los sentimientos bajo mínimos. Pasan a ser importantes, los partidos de fútbol, el jugar con los amigos a cualquier deporte y de manera un tanto obsesiva, le das una importancia más que vital a la naturaleza, en fin, le encuentras el gusto a un millón de cosas, pero en ese millón ya no está el amor. El amor ya es secundario. Cambio de prioridades y ya está.
Claro que en ésta etapa, aunque estés muy entretenido con un montón de actividades, en el fondo te aburres y sabes además que te falta algo, que algo te falta. Así que con el paso del tiempo, todo se va volviendo soso, que a ese todo le falta la sal de la vida y poco a poco te vas haciendo tedioso hasta que un día de nuevo todo explota. hay quien explota cuando se le plantea una nueva relación y hay quien explota porque tiene que explotar, porque ya no aguanta más. El que se salga bien o mal de éste último paso, es eso es harina de otro costaly es por tanto, para tocarlo en otro día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario