EL RETROVISOR


     De nuevo al pie del cañón, de nuevo ante el teclado. De nuevo pienso que a mi me desborda el optimismo. Sé, que es mal momento para decir éstas cosas, que es mal momento para hablar de optimismos y demás historias. Lo sé, pero no me importa, pues nadie me va a cortar de sentir lo que yo siento. !Faltaría más!. Y ahora, despues de unos meses fantásticos, despues de unos meses en los que volví a disfrutar a tope, me siento rejuvenecido, por lo menos mentalmente, y si me apurais, tambien fisicamente.
   No viene nada mal sentirse optimista. no viene nada mal sentirse lleno y pleno, no señor, no viene nada mal. Cuando pienso hacia atrás, yo pienso en que tambien he disfrutado y mucho. Pero tambien tengo la sensación de haber perdido mucho tiempo, de que el tiempo se me fue como un puñado de arena en la mano. Poco a poco, pausadamente y lentamente ha pasado el tiempo, pero eso sí, ha pasado sin perder su ritmo. ·El tiempo no entiende de pausas y de malos momentos, el tiempo es cruel y no entiende de pamplinas.
   La sensación que tengo al mirar hacia atrás, es la sensación de un gran vacío, salvo cuestiones puntuales, eso si, tambien muy importantes. No todo es malo en mi pasado lejano y cercano, no , no lo es. He tenido muy buenos momentos, momentos de mucho brillo y de mucho cariño. Momentos cálidos y tiernos, momentos de los que uno nunca se olvida.
   A decir verdad, yo me casé hace mucho tiempo y me casé muy enamorado. Pero por cuestiones, que aquí no vienen al caso, yo me encargué personalmente de cargarme esa relación. Lo hice, como lo hice muchas veces, lo hice en plan destructivo y en plan hiriente. A fuerza de repetir mis meteduras de pata, yo mismo me granjeé mi propio enemigo, yo mismo conseguí odiarme a mi mismo. Y así fue, hice lo imposible para joderme en la vida y sobre todo joder a los demás, principalmente a mi mujer. Partía de un principio, para mí universal, yo no era meritorio de poder ser feliz, no me merecía serlo. Mi vida era un contínuo castigo, a cada momento en que sentía algo cariñoso y sentido, a continuación yo tenía que castigarme, sólo por haberlo sentido. No admitía que yo sintiera,  lo que para mí era una debilidad, nada de nada. Despues del paso de los años, despues de todo éste recorrido por los parajes de mi propio desastre, ahora, veo todo, con la distancia necesaria para poderme ir metiéndome en éste tema pendiente. De todas formas, por razones obvias, no puedo, ni quiero entrar en detalles, por eso me iré saltando lo que yo considere más personal e íntimo.
  Pero volviendo al tema que toca. Yo, me dediqué a destruirlo todo, incluyéndome a mi, por supuesto. Aún a éstas alturas, no sé el porqué, no sé ha que fue debido que yo me castigara de esa manera. a veces pienso si no hubo un componente de inseguridad, que seguro que lo había, pero sigo sin entender el porqué, sin entender el meollo. pues por muy inseguro que yo me sentiera, eso de por sí, no te tiene que llevar  a destruirlo todo. Es una duda pendiente, aún sin poder resolver.
  Volviendo por un instante al presente. Tengo que decir, que sí, que si, que estoy desbordante de optimismo. Yo creo, que desde chaval, desde antes de cumplir los 25 años, desde ese tiempo yo no sentía ésta sensación que yo llevo dentro. Es impresionante, es una explosión de sensaciones, es ver la vida desde otra perspectiva, es estar lleno de sensaciones plenas. No es demagogia, ni es que yo haya bebido o me haya drogado,!que va!. Es ver la vida desde otra dimensión, es verla con otro cristal distinto. Un cristal, que sólo se tiene con la experiencia y por supuesto con una reflexión pero que, pero que muy profunda. por éste camino que yo describo, tambien he tenido grandes y valiosas ayudas. Me han aparecido manos amigas y profesionales, cuando más lo he necesitado y eso es de agradecer y mucho. Pues sin éstas manos, éstas manos amigas y profesionales, yo aún estaría en la misma tumba en la que deslicé durante largos y penosos años. Así que vaya por delante mi infinito agradecimiento.
  Yo en éste momento en el que vivo, en éste momento de optimismo desbordante, ( y os juro que no es por la medicación) yo quiero dejar dicho que para nada me arrepiento de lo vivido, que ese pasado, a veces tan sufrido, es el que me vale ahora, para seguir adelante. Es el que me vale, para no seguir tropezando con los mismos obstáculos. Así, que para nada reniego de mi pasado, lo veo, lo asumo y lo quiero. Este pasado, ya forma parte de mi Yo y de él he aprendido muchas cosas. y seguro, que seguiré aprendiendo. Ahora, la vida no la veo como un camino de rosas, tampoco hay que pasarse, pues no dejo de ver sus dificultades. Pero éstas dificultades, no me enciegan, ni me hacen perder mi ruta. Éstas dificultades, son simples obstáculos, son piedras del camino y lo importante, lo importante de verdad, es que yo no pierda de vista la meta. Y eso es lo que yo quiero decir, que ahora, nunca pierdo de vista mi meta. Puede sonar a perogrullo, puede sonar pretencioso, puede sonar a lo que uno quiera, pero esa es mi sensación, y esa es la que yo transmito. Tambien sé que alguien me puede decir, que yo sólo digo tópicos, sé que todo esto suena a eso, pero el tema es que inexplicable la razón de fondo, la razón verdadera. realmente yo no sé, que carallo ha pasado, que es lo que fue determinante. Un ejemplo me vale: cuando uno toma la fluoxetina en una situación próxima a la depresión y va y la medicación no le hace absolutamente nada. Y en cambio, más adelante la vuelve a tomar en una situación parecida y ésta vez si que le hace efecto, aquí, que salto mortal es el que hay, que es determinante para que en un momento haga su efecto y en otro, no. Hay quien dice que la fluoxetina, sólo hace efecto cuando uno  realmente se está deprimido y al contrario, no lo hace si uno no lo está. Pero esto es pura conjetura y como conjetura no se puede demostrar. Así, que yo me quedo con los interrogantes, me quedo con la duda pendiente, con esa duda que de momento es irresoluble. Porqué realmente la duda persiste, pues en los dos casos que yo menciono, en los dos se da el mismo componente: la depresión. El biologicismo ha avanzado y sabe nuevas cosas, pero como véis le quedan muchas cosas pendientes.
   Claro que, en éste viaje a través del tiempo, en éste viaje hacia mi antepasado, que yo hago con mi retrovisor mágico, quedan algunas cosas sueltas y que conviene ir atándolas, ir atándolas con sumo cuidado. Hace un momento pensaba en una sensación que tengo desde hace mucho tiempo, pensaba que yo cuando era chaval, yo siempre iba por delante, iba por delante de la vida y ahora, en éste momento, tengo la misma sensación. Yo voy por delante de la vida y entonces la vida resulta más fácil. El otro día pensaba, en que desde los 25 años hasta ahora, yo fuí siempre por detrás de la vida. Y claro, cuando se va por detrás, todo resulta más dificultoso y difícil, además de que tienes que usar determinadas armas para no perder el tren de la vida y para  ello te sirves, por ejemplo de la mentira. Mientras todo te va bien, mientras todo te va sobre ruedas, para que coño necesitas la mentira. Para nada, la mentira sólo te estorba. El problema está cuando uno pierde el tren, entonces tiene que usar determinadas artimañas, entre ellas está la mentira. La mentira, la usas como herramienta para ir capeando y claro, la mentira se va acumulando y empieza el circulo vicioso. Se empieza con una mentira y se acaba en infinitas mentiras. Al final, uno ya no distingue lo que es verdad de lo que es mentira y al revés, confunde la mentira con la verdad. Despues de ésta rueda infinita, en que la mentira es la protagonista, lo único que uno quiere es escapar de esa realidad. De esa, realidad en la que sólo ves su final y nunca sabes donde comenzó y como comenzó. Es la pérdida de miras, es la pérdida de meta, pues si no te reconoces como eras anteriormente, difícil lo tienes para proyetarte, para decir que es lo que tú quieres y como lo quieres. Además que mientras estás en éste proceso, pocoa poco te vas arrinconándo, tú mismo te vas automarginando y llegas a crer que nadie te entiende y que nadie sabe lo que sufrir de verdad. Te crees, que eres el único ser que sufre y que los demás no entienden ni saben. Que son unos auténticos ignorantes.
   Todo esto que describo, a veces parece que son cosas evidentes, pero no es verdad, porque a medida que yo profundizo y saco toda ésta mierda, voy notando el dolor que me produce, es un dolor profundo, un dolor que me recuerda al dolor de un infarto. Esto que sale en plan metralleta, todo esto sale del alma y cuando sale del alma, duele.
     Una vez aclarada la procedencia de mi dolor visceral, prosigo. Todo esto que he dicho anteriormente, puede parecer un ejercicio de autoflagelación, lo puede parecer, pero no lo es. Para mi no lo es, pues para mi es necesario volver a mis orígenes ancestrales. Esto que yo digo, no es nada nuevo, muchas terapias mentales se basan en lo mismo que yo digo: Hacen volver a la persona a sus orígenes y en casi todas te hacen volver a tú infancia. parece un prinipio muy elemental y sencillo, volver hacia atrás a ver donde se te quedó el hilo. pero en realidad no es tan sencillo, el hilo no siempre se encuentra. Yo he viajado un montón de veces a mi pasado y no he encontrado ningún hilo. Aunque  ésta última vez en que he viajado a mi pasado, si encontré el hilo y de ese hilo he tirado y he tirado tanto y de forma tan cruda y descarnada, que ahora siento que por fin, la vida me abraza y !como me abraza!. Donde esta´la diferencia entre éste último viaje y los anteriores, eso si que no lo sé. Si lo supiera, nadie, absolutamente nadie, tendría que pasar por éstos procesos tan duros.
  Pero como éste es un canto a la esperanza y un canto con mucha pasión y energía. Un canto con el que me estoy quedando vacío, pero gustosamente vacío. yo vuelvo a proseguir. Cuando volví ésta última vez a mi infancia, si hubo una diferencia con las anteriores veces. ësta vez conseguí, ver mi infancia de otra manera. Me explico. Yo tenía una visión bucólica de mi infancia, estaba convencido que yo había sido feliz y en cierta manera fue cierto. Pero no totalmente, pues ésta vez descubrí que mi infancia fue una infancia de un superviviente.
Yo fuí feliz yo sólo, lo fuí porque supe montármelo yo sólo. Pues realmente, tuve que saber escapar de una realidad bastante penosa y para ello tiré de mi imaginación y me hice un mundo paralelo, un mundo mío y en el que no tenían cabida todo lo que yo repudiaba, que era mucho, por cierto. por eso, yode pequeño era un chaval callado y muy metido en mi mismo, lógico, yo era el guardián de mi secreto, era el guardián de mi mundo mágico.En ese pequeño mundo que yo conservaba como un tesoro, no tenían cabida ni la maldad, ni la agresividad, ni el odio. Era un mundo definido por los Nos, pues yo sabía lo que no quería y no lo que yo quería (esto que yo digo, pienso que es común a todos los niños, en los que la maldad de por sí no existe o eso pienso yo). Todo éste tinglado me había montado, para intentar escapar de una realidad que no me gustaba. Una realidad muy hipócrita, una realidad agresiva, autoritaria, represiva y muchos más ivas. Vamos, de lo más común en aquellas épocas. Lo cierto, es que aunque fuera bastante común en aquellos tiempos, mi realidad no se la deseo a nadie. Yo, ante tanta desavenencia, ante tanta pelea y bronca, tuve que buscarme la vida como buenamente pude. y así me tuve que inventar un mundo nuevo. Esto salida, la busqué porque no quedasba otro remedio, no es que yo fuera un crack, era simplemente espiritu de superviviencia (como los boy-scouts, no sé si se escribe así, pero lo intento).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR