MOSCAS COJONERAS (Pensamiento)

Cuando disparo a veces no cuento con el retroceso inmediato, aunque lo intento, pues lo inmediato me gusta y por tanto suelo estar atento. Lo que me cuesta más, es el efecto boomerang, el que disparas y no pasa nada de inmediato y al cabo de cierto tiempo te viene una respuesta que suele ser desproporcionada atú disparo inicial. Y suele serlo porque ha pasado el tiempo y lo que fué ya no es o sea en la cabeza del contrario le queda un resquemor y ese resquemor aumenta con el tiempo y lo que era una simple bala de pistola se convierte en una bala de cañón. Y claro, esto lo sé, porque también me pasa a mi, como a todos los humanos.

           A mi me gusta que me disparen al corazón o a la cabeza o a cualquier órgano vital y ya sé que tengo el riesgo de quedarme tieso, pero si sobrevivo y repito, si sobrevivo al ataque contrario, mi respuesta va a ser lanzarme a su yugular sin paracaídas y eso me gusta y me encanta el que me hayan tendido una alfombra roja, roja porque es como va a quedar la alfombra después de mi contraataque.

          No me gustan las apariencias, las buenas o falsas apariencias, si son apariencia son apariencias y aquí no hay término medio. Tampoco me gustan las moscas muertas, esas personas que parecen que no han roto un plato en su vida y digo parece, pues claro que los han roto y te miran con esos ojos amorfos y con cara de pena, como si en cualquier momento se van a poner a llorar, pero que después nunca lloran, es sólo una pose. Y posteriormente, como todas las personas, hablan y como hablan, hablan por lo bajines pero con una mala hostia que te cagas.

         Y estos señores son los principales artífices del efecto boomerang, pues nunca darán la cara y cuando llegan a tí sus opiniones nunca llegan por ellos, llega siempre por terceras personas o bichos trasmisores de malas noticias, que no son mosquiles como las primeras, pero que les encanta el olor a putrefacto. Entonces a éstas terceras personas, se les podría llamar buitres o hienas o cualquier nombre de carroñero y a los primeros, moscas cojoneras. Pues parecen pequeñas e inofensivas, pero su zumbido de mala baba a veces te desquicia y simplemente porque te tocan los cojones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR